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Cambio Climático y especies introducidas favorecen el desarrollo de incendios en la región

La región de Valparaíso se ha visto afectada por diferentes incidentes en los últimos meses. Además de los movimientos sociales, se sumaron distintos focos de incendios forestales que han mantenido la alerta roja de la ONEMI en la ciudad puerto.

El profesor de la PUCV, y Doctor en Ciencias Biológicas con mención en botánica, Cristian Atala, se refiere a los últimos acontecimientos, señalando como los cambios a nivel global y las especies introducidas han favorecido, en el tiempo, la propagación de los siniestros. Señalando al respecto que: "cuando existe una parte del mundo como la zona central de Chile, donde disminuyen las precipitaciones, donde son cada vez más frecuentes eventos extremos como las sequias y además aumenta la temperatura promedio, tienes ahí, el sustrato para que se produzcan más incendios. Sumado a esto, la introducción de especies invasoras como lo es el pino, originario de california, o el eucaliptus y aromo, originarios de Australia, encontramos los elementos perfectos para grandes incendios".

Estas especies introducidas son parte, en sus bosques nativos, de un ciclo natural de incendios forestales que se desencadenan en su mayoría por diversos eventos climáticos. Han evolucionado y se han adaptado para este tipo de situaciones ya que, según el académico de la PUCV, como toda especie, se han debido adaptar a su entorno. Al respecto Atala señaló que: "el eucaliptus tiene la capacidad de quemarse muy rápido en su primera capa, pero manteniendo el interior a salvo. Por otro lado, los pinos germinan y se abren con los incendios, lo que nos habla de un ciclo natural de estas plantas. Ambas plantas están dentro de la categoría de las pirogénicas, y son mucho más combustibles que los árboles nativos de nuestro país".

Con cada incendio se libera una gran cantidad de CO2 a la atmosfera lo que conlleva a un mayor efecto invernadero, mayor cambio climático y más calentamiento que se traduce en una mayor probabilidad de incendios. Para Atala, estamos dentro de lo que se denomina un "ciclo positivo" que favorece en el tiempo este tipo de incidentes. De igual manera enfatizó que: "la mayoría de los incendios en esta zona son casi en su totalidad intencionales. Si a esto le sumamos las condiciones climáticas y las especies introducidas, encontramos las condiciones que favorecen su propagación con mayor facilidad".

Falta de Plan regulador y uso comercial

El académico del Instituto de Biología señala que la zona central del país es la más intervenida a nivel de especies y plantaciones, señalando que: "Desde la V a la IX región, es muy difícil encontrar bosques nativos y proliferan las especies introducidas. De hecho, el pino y el eucaliptus se han convertido en parte de nuestro paisaje y la gente tiende a asociar estas especies introducidas como parte del bosque típico".

El experto en botánica, señala que uno de los grandes problemas es la falta de un plan regulador que permita ordenar el uso de los suelos y cree que uno de los grandes problemas de la región es contar con estas especies tan inflamables en las cercanías de pueblos y ciudades. Por ello, cree que un plan regulador para el uso de suelos sería muy favorable para poder controlar mejor este tipo de situaciones. Al respecto señaló que: "sería interesante poder definir zonas para el desarrollo forestal en nuestro país, como por ejemplo en la VII y XIII región, dejando a esta región con uso de suelo para otras prioridades". Agregando además que: "Hay muchos elementos que se deben tener en cuenta al momento de determinar el uso de suelo. Los estudios demuestran que, al mediano plazo, de 25 a 50 años, tendremos una disminución de precipitaciones cercana al 40%. Esto quiere decir que tendremos casi la mitad menos de lluvias a lo que se presenta actualmente, lo que afectará sustancialmente las plantaciones y bosques".

Teniendo en cuenta los cambios que se aproximan es que el académico de la PUCV, propone una reforestación de la zona con especies nativas como el boldo, quillay, maitén, belloto del norte y otros. Atala cree que esta opción sería mejor que volver a plantar especies introducidas, señalando que: "Hay muchas pruebas de que un bosque o zonas con plantas nativas, retienen de mejor manera la humedad en el suelo, además son plantas perennes, que generan menos material inflamable. Además, facilita la proliferación de musgos, helechos, etc., lo que aumenta la capacitación de agua". Agregando además que: "Especies como el pino y eucaliptus que son introducidas, han sido perfeccionadas con el tiempo para lograr altas tasas de crecimiento y para ello requieren grandes cantidades de agua".

Para Atala, el reemplazo del bosque endógeno por especies introducidas tiene su origen en el interés económico, ya que según explica, son plantas con más de 200 años de selección artificial y con un crecimiento mayor al del bosque nativo. Al respecto señaló que: "Han sido manejadas a tal punto que se pueden tener plantaciones de Pinos o Eucaliptus cada 8 o 9 años y no existen árboles nativos que permitan tener esta rotación ni igualar el valor de la madera". Agregando además que: "De hecho la industria de la celulosa está dimensionada para trabajar con este tipo de características y tamaños. De igual forma tampoco ha existido un desarrollo tecnológico para especies endógenas".

Fuente Facultad de Ciencias