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“Las microalgas son el alimento del futuro por sus ventajas nutricionales y alto aporte de antioxidantes”

La Investigadora egresada del programa de Doctorado en Biotecnología de la Pontificia Universidad Católica de Valparaíso (PUCV), Ninoska Delgado, se ha vinculado con la investigación en ciencia desde el pregrado y, en la actualidad, está patentando un suplemento alimenticio a base de microalgas.

La especialista en Biotecnología de la PUCV, Ninoska Delgado, ingresó a estudiar en el programa de Doctorado para trabajar en genética, específicamente con microalgas. Al respecto señaló: “Durante mi carrera siempre quise vincularme a la investigación en el área  Ingeniería Genética, considerando que - al menos en Chile - durante esos años no existía como programa en ninguna universidad”.

 En la actualidad, la investigadora se desempeña como co-directora de un proyecto CORFO y, además, participa como jefe de proyecto en el marco de una iniciativa de Valorización de la Investigación en la Universidad (VIU). En ambos casos, trabaja las microalgas como un suplemento alimenticio para animales.

Sobre su trabajo, destacó: “Consideramos que las microalgas son el alimento del futuro, pueden ser utilizados como un suplemento alimenticio, ya que tienen ventajas nutricionales excepcionales y contienen antioxidantes muy poderosos. Incluso en el largo plazo, las podríamos incorporar a una barrita de cereal para que sean utilizadas en humanos”. 

¿Cómo ha sido su paso por la Pontificia Universidad Católica de Valparaíso?

Me vinculé a la universidad estudiando un año Biología y luego cambiándome a Bioquímica, porque su malla curricular estaba más relacionada con lo que realmente me gustaba: la genética. Siempre me ha llamado la atención investigar, por ello, y tras trabajar dos años en Santiago, tomé la decisión de volver a la región de Valparaíso a estudiar en el programa de Doctorado de Biotecnología PUCV. 

En este proceso, me reencontré con la profesora de pregrado Vitalia Henríquez, quien se estaba reincorporando a la universidad después de cursar un doctorado en Francia. Este fue el punto de partida, para comenzar a trabajar en la modificación genética de microalgas, relacionada con la producción de proteínas recombinantes. Todo esto generó una línea de investigación, que he desarrollado en etapas a través de la ejecución de diversos proyectos.  

No quisiera dejar de destacar las instancias de especialización y oportunidades que genera la PUCV para apoyarnos como estudiantes de Doctorado: charlas, talleres y cursos, por nombrar solo algunos.

¿Cómo nace la motivación por investigar?

Desde mis inicios como investigadora, he tenido la inquietud de hacer algo aplicado, que signifique una solución para algún problema y que mejore las proyecciones de algún sector. Siento que la investigación es algo que llevas dentro y lo percibí desde que ingresé a Bioquímica, donde descubrí en su malla curricular, ramos de genética, microbiología e inmunología, entre otros, los que cursé con gran entusiasmo, ya que estaba segura que ellos serían el sustento de mi carrera profesional.

Al titularme de bioquímico, recuerdo que mi primer trabajo fue un proyecto Fondecyt, donde desarrollamos el mejoramiento genético en tomates, para que fueran resistente a bajas temperaturas. Posteriormente, trabajé con ostiones, frutales y, desde ahí, mis proyectos han estado relacionados a la investigación aplicada, principalmente, relacionada con la genética.

De esta manera y gracias al Doctorado que acabo de egresar, me encuentro trabajando en un proyecto de microalgas, sustentado en la producción de proteínas recombinantes, específicamente la producción de la enzima fitasa. En este contexto, nos encontramos detenidos en la etapa de evaluación para la tramitación de una patente comercial, instancia en que nos apoya la Oficina de Transferencia y Licenciamiento de la PUCV. De esta manera, queremos proteger este nuevo conocimiento, a la espera de avanzar a una posterior etapa de comercialización, ya que existen empresas chilenas y extranjeras interesadas en nuestro producto.

¿De qué tratan los proyectos que te han vinculado a la PUCV?

Primero participé en el Concurso Nacional de Tesis de Doctorado en la Industria de CONICYT. En esta instancia, trabajamos en la modificación de microalgas, con la intención de escalar el proceso productivo, lo que nos permitió vincularnos con una empresa privada interesada en lo que hacíamos. De esta forma, pudimos comprender lo es trabajar directamente con una compañía y los desafíos que esto implica. Asimismo, esta tesis doctoral, la postulé a distintos concursos externos con la intención de implementar mi proyecto y hacer real el producto.

El paso siguiente, fue solicitar financiamiento CORFO, a través de un Proyecto de I+D Aplicada. Tras dos intentos fallidos, nos adjudicamos el financiamiento para probar en aves el proyecto de las microalgas. En esta parte del proceso, nos vinculamos con “Agrícola Chorombo”, donde experimentaremos en un tiempo más, el suplemento alimenticio en sus aves.

Luego, nos adjudicamos el concurso de  Valorización de la Investigación en la Universidad (VIU) del Fondo de Fomento al Desarrollo Científico y Tecnológico (Fondef de Conicyt), lo que nos permitió definir un producto para nuestra tesis, que fue un suplemento microalgal para peces, lo que representó un avance significativo, en relación a lo que ya habíamos hecho.

Actualmente, me encuentro participando en el programa PhD+, iniciativa de la Vicerrectoría de Investigación y Estudios Avanzados (VRIEA - PUCV), que nos capacita para transformar el proyecto en algo real y, de igual forma, nos otorga herramientas concretas para emprender. Dentro de este programa, tuve la posibilidad de postular y, posteriormente, adjudicarme el concurso Alta Tecnología 2015, lo que nos entregó la posibilidad de seguir avanzando en el trabajo y desarrollar nuestro servicio.

¿Qué importancia le das en tu carrera profesional a estas investigaciones? 

Me han permitido crecer, desarrollar una carrera como investigadora y tener más confianza en mis habilidades y capacidades. Otro aspecto que quisiera destacar es que durante mis primeros años como investigadora, idealizaba los proyectos internacionales, pero con el tiempo, pude comprobar que en Chile se realizan investigaciones de muy buena calidad y que están a la altura de cualquier país del mundo. De esta manera, aprendí a valorar lo que hacemos y tenemos. 

Como anécdota puedo mencionar que una vez participé en una reunión de acreditación del doctorado y logré darme cuenta que en Chile, somos bastante más exigentes que en otros países, según comentaban estudiantes extranjeros. 

¿Actualmente qué te encuentras investigando?

Estamos buscando nuevas problemáticas en las empresas, para ver cómo podemos desarrollar conocimientos que sean útiles para resolver sus necesidades. Al respecto, hemos tenido contacto con el mercado de vinos, ya que en algunos viñedos hay problemas de Botrytis, un hongo que infecta a las uvas.

En relación a lo anterior, queremos implementar un sistema de detección de Botrytis que sea predictivo y que permita entregar información eficiente del tiempo en que se contaminará cada caja, para que ellos puedan decidir si la dejan en el mercado nacional o la exportan. Esta idea, puede solucionar un problema que actualmente está afectando a una gran cantidad de productores.

Por otro lado, seguimos avanzando con los proyectos antes mencionados, que se encuentran en etapas de desarrollo, como son el suplemento alimenticio en peces y los posteriores estudios que realizaremos en aves, para escalar al desarrollo de un producto comercializable.

¿Quiénes han sido tus equipos de trabajo?

En primera instancia, me incorporé al grupo de investigación de la Doctora Vitalia Henríquez, a quien considero mi mentora y con quien desarrolle mi tesis doctoral. Actualmente, junto a Sebastián Troncoso hemos creado un emprendimiento “DelTron Innovations”,  con la misión de entregar soluciones aplicadas a problemáticas reales.

¿Qué importancia tiene la Pontificia Universidad Católica de Valparaíso en tu carrera?

La PUCV ha sido un sustento en toda mi carrera ya que gracias a la universidad pude estudiar, obtener mi título de Bioquímica y terminar mi doctorado en Biotecnología. En este punto, quisiera destacar el apoyo del equipo de la VRIEA PUCV, quien junto con entregarnos capacitación, siempre nos está apoyando y asesorado en los procesos de postulación, lo que ha sido un real aporte a nuestro trabajo. Además la OTL nos ha ayudado y orientado en todo el proceso de patentamiento de nuestro producto.

¿Qué ves para tu futuro como investigadora?

Creo que estamos cerca de culminar el proceso de patentamiento y tener la posibilidad de transferir, lo que nos llena de satisfacción. De igual manera, en un futuro más lejano, espero haber concretado y tener una empresa establecida que esté aportando soluciones biotecnológicas al sector industrial

¿Cuál es la principal motivación para trabajar con el sector industrial? 

Nos permite tener continuidad en lo que desarrollamos y dar soluciones aplicadas a los problemas de la industria. Repito esta idea, porque es necesario que las empresas entiendan la importancia de financiar proyectos de investigación y no siempre depender de fuentes de financiamiento público, que cada año son más difíciles de obtener. 

¿Han tenido acercamiento a alguna empresa en particular? 

Para el proyecto de microalgas, se han mostrado interesadas empresas de Alemania y Australia. Estos contactos, han sido posibles, gracias a los congresos donde hemos dado a conocer nuestro trabajo.