Ir a pucv.cl

Investigadora PUCV lidera equipo que estudia trastorno fisiológico que afecta a las cerezas en el período de postcosecha

La especialista de la Escuela de Alimentos de la Pontificia Universidad Católica de Valparaíso (PUCV), Dra. Claudia Fuentealba, investiga junto a destacados especialistas este desorden fisiológico que afecta la superficie del fruto tras ser cosechado y que recibe el nombre de “pitting”.

01.12.20

La investigadora de la Escuela de Alimentos PUCV, Dra. Claudia Fuentealba, lidera un equipo de investigación que estudia el comportamiento de distintas variedades de cerezas que presentan resistencia contrastante al “pitting superficial”, que es un desorden fisiológico que se aprecia como una o varias depresiones irregulares en la superficie de la fruta y que se vincula directamente con la calidad de ésta. Al respecto, el estudio que es parte del proyecto Fondecyt de Iniciación 11170360, comprende el análisis de los cambios metabólicos, la composición de pared celular de la fruta y su degradación por acción enzimática.

En el marco de este proyecto, el equipo de investigación publicó hace unas semanas en la Revista Elsiever “Food Chemistry”, el artículo científico “Cell wall and metabolite composition of sweet cherry fruits from two cultivars with contrasting susceptibility to surface pitting during storage”, donde se analiza este trastorno fisiológico que se presenta en las cerezas durante el período de postcosecha y que se manifiesta como depresiones en la piel del fruto. Para el estudio se comparó dos cultivos diferentes de cerezas: 'Kordia' y 'Sweetheart', observándose que la primera es más firme y resitente al daño que la segunda.

Respecto de los resultados del estudio, se observó una correlación positiva entre el material de la pared celular con la resistencia a la rotura (deformación), lo que explicaría la resistencia relativa al daño que se produce en la superficie de las cerezas Kordia.

Al respecto, la investigadora PUCV, Claudia Fuentealba, explicó: “Observamos en nuestro estudio que el daño se produce por impacto físico durante la cosecha y/o su empaque. Sin embargo, el daño se hace evidente durante el almacenamiento, incluso varios días o semanas después de haber sufrido el impacto físico. Actualmente, se han identificado algunas variedades de cereza más susceptibles y resistentes al daño, pero hasta al momento no se ha estudiado fisiológicamente por qué tienen distintas respuestas al estrés mecánico”.

“La variedad más susceptible al daño ('Sweetheart’), a pesar de ser aparentemente más firme, se deforma menos al momento del impacto, lo cual está correlacionado con la composición de su pared celular. Además, ambas variedades estudiadas con “pitting” presentaron mayor contenido de antocianinas al compararlas con las cerezas sin daño, indicando que estos metabolitos secundarios podrían actuar como antiradicales neutralizando el stress oxidativo durante el almacenamiento en frío”, agregó.

Comprender el pitting superficial en cerezas permitirá desarrollar tratamientos basados en el conocimiento molecular del desorden. Además, se podrá entregar esta útil información a los diferentes actores de la cadena de producción de cerezas como a los programas de fitomejoramiento, productores y exportadores.

El equipo de investigación liderado por la Dra. Fuentealba, está integrado por los especialistas Sebastián Saa, Oscar Aliaga y Romina Pedreschi de la Escuela de Agronomía PUCV; Troy Ejsmentewicz y Reinaldo Campos-Vargas  del Centro de Biotecnología Vegetal UNAB; y Rosana Chirinos y David Campos  del Instituto de Biotecnología (IBT) de la UNALM - Perú.

Por Marcelo Vásquez, periodista VRIEA PUCV / marcelo.vasquez@pucv.cl