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Académica PUCV, Loreto Morales: “Estos dos mundos, el emprendimiento y la academia, se tienen que vincular porque es bueno para ambos”

Estudiantes de la Carrera Contador Auditor apoyan a emprendedores en sus trámites contables.

05.09.2020

La académica de la Escuela de Comercio de la Pontificia Universidad Católica de Valparaíso, Loreto Morales en sus cátedras ha hecho que sus estudiantes de la carrera Contador Auditor trabajen directamente con emprendedores y emprendedoras de la Región de Valparaíso, permitiéndoles ser un apoyo en temas contables que tengan relación con sus negocios, lo que ha generado un aprendizaje para ambas partes. 

Esta iniciativa comenzó en conjunto con la Vicerrectoría de Investigación y Estudios Avanzados, a través de su Dirección de Innovación y Emprendimiento, quienes apoyan con capacitaciones a microemprendimientos de la región.

“Esta instancia es como un regalo, porque los estudiantes han podido descubrir cómo es esta realidad e incluso, algunos en sus propias familias tienen emprendimientos y ahora logran entender que pueden apoyar en la vida de otras personas, específicamente, en el negocio de alguien” señaló Loreto Morales.

¿Cómo se interesó en el área del emprendimiento?

Primero trabajé como contador auditor y después me especialicé en el área de emprendimiento haciendo un Magíster en Emprendimiento en la UTFSM, creo que es muy importante darle sentido y contenido a lo que uno hace. 

He trabajado con emprendedores y emprendedoras que no saben leer ni escribir, y también hemos utilizado esta metodología de trabajo en la Universidad, donde hemos logrado vincular a estudiantes con la experiencia y la curiosidad de emprender

¿Cómo comenzó la idea de apoyar a emprendedores a través de los estudiantes?

Partió por la Vicerrectoría de Investigación y Estudios Avanzados hace unos años atrás, ya que querían vincularse con algunas escuelas que pudieran ofrecer alternativas de apoyo a los emprendedores. Me gustó la idea, puesto que es un tema que a me interesa y es así como buscamos la forma de estructurarlo dentro de las actividades académicas, no solo de un taller voluntario, sino que dentro de una asignatura. 

También lo acepté porque creo que hay estudiantes que tienen interés en hacer otras cosas, como por ejemplo, sus propios negocios o asesorías a personas que no necesariamente son grandes empresas.

Creo que estos dos mundos, el emprendimiento y la academia, se tienen que vincular porque potencia a  ambos, se genera una bidireccionalidad que busca la Universidad y el mundo del emprendimiento.

¿Cómo es el perfil de este nuevo estudiante emprendedor?

Yo creo que pasan por un periodo de dependientes y después se dedican a trabajar de forma independiente. Incluso hay algunos que también han iniciado sus propios negocios y pasa porque ellos quieren manejar sus horarios y fundamentalmente porque creen en trabajos distintos, que sean más colaborativos que generen bienestar tanto para ellos como para los que reciben 

Entre eso, también está la posibilidad de trabajar de forma independiente, porque la carrera de Contador Auditor  tiene la posibilidad de prestar servicios asesorando  a personas y empresas.

¿Cómo ha sido la experiencia de que los estudiantes apoyen a los emprendedores?

Esta instancia es como un regalo, porque los estudiantes han podido descubrir cómo es esta realidad e incluso, algunos en sus propias familias tienen emprendimientos y ahora logran entender que pueden apoyar en la vida de otras personas, específicamente, en el negocio de alguien.

El emprendimiento ya no es algo tan lejano como era hace algunos años atrás. Hoy hay más consciencia de emprendimiento, que es algo más real y cercano.

El regalo es saber que puedo apoyar a otro que lo necesita y no solamente porque es mi trabajo para tener una remuneración, sino porque lo que estoy aprendiendo tiene un sentido.

¿Cómo han sido las reflexiones de los estudiantes que se vinculan con emprendedores?

Lo que más les ha gustado son estas frases mágicas que aparecen en las clases, donde dicen que es como un regalo, que tiene sentido lo que están estudiando, que es mucho mejor aprender la materia desde la práctica, que se han vinculado con la vida de otras personas.

La relación con otras personas, que ya están en etapas o procesos distintos de la vida, genera un beneficio importante para ellos. Por ejemplo, nos tocó trabajar con un grupo en Laguna Verde donde los estudiantes en su foco a resolver situaciones extremas olvidan que también es importante acompañar y en este sentido es importante el apoyo y la orientación que como profesores le damos a los estudiantes de tal manera que  entiendan que el proceso también tiene un valor, no es solo resolver la vida de la otra persona, sino que también apoyar es importante. Es ganancia para todos.

El compartir esta experiencia y comprender la realidad de los demás es un crecimiento en el ámbito personal.

¿Alguna anécdota que le haya llamado la atención?

Me llamó la atención un estudiante el año pasado cuando estuvimos trabajando en un taller de trabajo en equipo, apoyando a los emprendedores en un curso de contabilidad, y después  un estudiante le ayudó a terminar la contabilidad a una usuaria,  hacer la renta, sin que nadie viera. Yo me enteré después por una alumna. Generan vínculos más allá de la nota.

En ocasiones, creo que se subestima a los estudiantes que no tienen interés en el mundo en el cual se están desenvolviendo, pero yo creo que es todo lo contrario, lo que faltan son instancias donde se generen esos vínculos.

¿Cuál es el valor que se le entrega a los estudiantes esta instancia?

Encontrarle sentido a lo que hacen, esto va más allá de buscar una profesión o un trabajo, sino que visualizan la responsabilidad que conlleva tu trabajo y como te miran las otras personas. El hecho de que los vean como referentes es muy gratificante para ellos.

Cuando van a visitas, se dan cuenta de que la teoría está en un extremo y la realidad en el otro y uno tiene que intentar generar esa unión entre estas dos y nuestro rol como profesores es generar estos puentes.

De igual manera, hemos tenido la experiencia de que algunas veces no es tan vinculante y eso también es parte del aprendizaje.

¿Cuáles son los desafíos que se levantan al ejercer una docencia vinculada a la comunidad?

Es harto trabajo, pero con ayudantes he conseguido generar más apoyo. Esta forma de trabajo se adapta a mi personalidad, soy más inquieta y prefiero este formato antes que la figura de la clase magistral.

Para mi es muy importante el sentido y el lograr que ellos tengan un “chispazo”, yo creo que no a todos les pasa y está bien, pero que consideren que la clase puede ser distinta y aprender a través de la experiencia es lo que busco.

¿Respecto a la metodología, cómo ha sido la experiencia?

La metodología de “Aprendizaje y Servicio” ha sido mágica para mi, porque desde la academia se encuentran situaciones que están orientadas a que los estudiantes aprendan y además generen competencias como la solidaridad y responsabilidad. Hemos tenido avances, aunque al principio fue difícil, pero el padre Gonzalo Bravo nos ayudó y después de eso tuvimos que implementar redes con los ayudantes, para que éstos acompañen a los estudiantes en este camino.

Las y los ayudantes juegan un rol fundamental, los capacitamos como monitores de aprendizaje y servicio, sobretodo en comunicación prosocial, ya que es la base para este trabajo con personas.

¿Cómo ha sido la aplicación del conocimiento de los estudiantes, cómo logran transferir sus aprendizajes?

Aplicar y transformar, lo que es muy elevado en algo simple, esto significa que aprenden y han tenido que traducir lo aprendido dependiendo del tipo de emprendedor. 

Hay algunos que han apoyado en temas tributarios cuando hacemos operación renta y es ahí cuando han aplicado sus conocimientos y buscan cómo hacerlo. Incluso, en ocasiones que no pueden con algo le piden a la persona que vuelva otro día y averiguan cómo resolver su situación.

Tuvimos una experiencia en La Ligua con el Centro de Negocios Sercotec Aconcagua, hubo una charla tributaria y después hicimos atención personalizada y aquí pudimos ver que la comunidad va viendo a la Universidad mucho más cercana a ellos.

Acá es importante destacar los apoyos de profesores del área disciplinar, tributaria, finanzas,y contabilidad. Que si bien no aplican directamente la metodología, aceptan estos desafíos.

¿Cómo ha sido la recepción de los emprendedores?

Yo creo que ha resultado muy bien. Salvo en nuestra primera experiencia con una agrupación, ya que ahí tuvimos mayores dificultades, pero creo que es porque ellos eran una corporación y entre los integrantes no lograron aunar criterios.  Sin embargo fue un punto de partida para mirarse como organización, el objetivo era mayor a solo el diagnóstico que pudimos realizar.

¿Después de esta primera experiencia fallida cómo lograron seguir con esta metodología?

Ese era un curso pequeñito y era nuestra primera experiencia y queríamos intentar que esta corporación fuera un tipo de organización distinta, por lo que habíamos hablado con algunos de ellos y no llegamos a consensos.

Y el cómo seguimos a pesar de esta experiencia, depende de cómo uno lo enfoque, ya que los estudiantes igual presentaron sus propuestas de mejora y no pudimos hacer una especie de seguimiento ni apoyar en la implementación, entonces ellos sintieron que no los tomaban en cuenta y ahí es donde procesamos esa frustración que es parte de la vida profesional. A veces uno puede proponer cosas y las personas pueden no estar de acuerdo, pero el trabajo estaba hecho, hubo esfuerzo y ellos analizaron todo eso.

El procesamiento de las experiencias es super importante, porque se pueden resignificar algunas cosas, y esa primera vez los marcó bastante, hasta el día de hoy hacen bromas, pero yo creo que igual sumó. Se pudieron dar cuenta que había personas interesadas y no interesadas y, también, entendieron que en todas las organizaciones hay luchas de poder y problemas, entonces este es un acercamiento a la realidad.

Entonces creo que todas las experiencias suman, depende de cómo se procesan, si no hay procesamiento yo pienso que se pierden.

¿Se considera una profesora con espíritu emprendedor?

Sí, desde hace años y en distintos ámbitos, porque no solamente en terreno uno puede trabajar en emprendimiento. Sino que el emprendimiento es un movilizador social, no es solamente de un grupo, sino que ayuda a que la sociedad se mueva.

Trabajé con mujeres víctimas de violencia y pude ver cómo a través del emprendimiento cambiaban sus situaciones, autoestima, bienestar personal y familiar. 

El emprendimiento genera cambios importantes, la experiencia de ser responsable de aprender cosas nuevas, de saber que te puedes equivocar, es realmente un movilizador y soy consecuente con eso.