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Académica de la Escuela de Agronomía PUCV se adjudicó FIA para trabajar en enfermedades de cítricos

La académica de la Escuela de Agronomía de la Pontificia Universidad Católica de Valparaíso, Ximena Besoain desde hace aproximadamente 30 años comenzó a trabajar en un programa de certificación de plantas de cítricos en Chile.

15.09.2020

Desde hace aproximadamente 30 años la académica comenzó a trabajar en un programa de certificación de plantas de cítricos en Chile, la que se materializó en el año 1998 y funcionó hasta 2010, donde tuvo una pausa que se reactivó el presente año con la adjudicación de la “Convocatoria nacional proyectos de innovación 2019”, resultados que se entregaron hace un mes aproximadamente.

Pese al tiempo que esta investigación estuvo inactiva, la académica continuó trabajando en relación a los cítricos, específicamente en enfermedades de plantas, desde donde surgieron publicaciones sobre la temática, entre las que hubo una asociada a un nuevo método de detección de virus y viroides.

El proyecto recientemente adjudicado busca desarrollar un nuevo servicio para la detección de enfermedades que se transmiten por injertos, especialmente virus, viroides Huanglongbing (HLB), temida enfermedad que se ha expandido por casi todos los países citrícolas de América.

¿Cómo fue el proceso de postulación?

Hemos postulado a otros fondos, en los cuales no habíamos quedado, porque en ese momento no había un compromiso del sector citrícola en cofinanciar este trabajo y esto nos sirvió como experiencia para mejorar y presentarnos de forma mejorada al FIA, que fue un proceso largo pero afortunadamente para nosotros resultó bien.

Este proceso fue en dos etapas, comenzamos en agosto del 2019 y en enero nos dijeron que seguíamos en la postulación y pasábamos a la segunda fase y comenzamos a trabajar para ser seleccionados y pese al largo tiempo de espera que tuvimos, nos alegramos mucho al saber que habíamos adjudicados, ya que le podremos dar continuidad al trabajo de investigación y continuidad al equipo de trabajo con el que lo estamos realizando esta investigación.

De todos modos, llevamos dos años trabajando en dos proyectos anuales con el Comité de Cítricos de Chile, ambos solicitados por su gerenta Monserrat Álvarez y el presidente del Comité Juan Enrique Ortúzar, lo cual considero que fue la clave, porque va a ser la base y el sustrato para desarrollar bien el proyecto FIA, en 4 años, que parece mucho tiempo, pero el tiempo pasa rápido y la meta es ambiciosa. En esta postulación también contamos con el apoyo de la Asociación Gremial de Viveros y el patrocinio del Servicio Agrícola y Ganadero. 

¿Qué es lo que realizarán en este proyecto adjudicado? 

Este proyecto busca desarrollar un nuevo servicio para la detección de enfermedades de los cítricos que se transmiten por injertos, especialmente el los virus de la tristeza y psorosis, los viroides de la cachexia y exocortis y además Huanglongbing. La idea es desarrollar una tecnología para chequear nuestro material y el material que llegue del extranjero y verificar que la planta está limpia y sana, además de ese proceso, queremos asegurarnos que la planta corresponde al tipo considerando la fruta que produce, para evitar que exista una propagación errónea del material. 

Por lo que la idea de nosotros es contar con un material sano, que haya sido chequeado mediante un proceso que desarrollamos y publicamos hace unos años atrás, en donde hacemos una técnica combinada, de una planta indicadora, cidro Arizona 861 S que muestra con síntomas la presencia de estos virus o viroides, combinado con una técnica molecular, creemos que así podremos detectar los principales patógenos transmisibles por injerto.

Las técnicas moleculares han sido desarrolladas en los últimos años y han sido bastante útiles, pero desconocemos si son capaces de detectar todos nuestros aislados, por lo que creemos que esta combinación va a ser muy provechosa para saber si estamos trabajando bien y contar con un doble chequeo.

¿Cómo han resultado los estudios anteriores que han hecho en conjunto con el Comité de Cítricos de Chile?

El estudio original, en el primero de certificación que tuvimos, logramos en conjunto con sus profesionales que el Servicio Agrícola Ganadero hiciera una nueva resolución a través de su Departamento de Semillas para certificar plantas de cítricos y, en esta ley, están contemplados todos los protocolos necesarios.

Sin embargo, en esta etapa, nosotros no buscamos certificar, sino que simplemente contar con un material sano y que corresponda al tipo o variedad. La certificación son pasos mayores, lo dejaremos como una meta a largo plazo, ahora queremos lograr un material sano por el cual tenemos vasta experiencia, ya que llevamos más de 30 años trabajando con este tipo de enfermedades.

Somos un centro especializado en trabajar en enfermedades de los cítricos inserto en la Escuela de Agronomía de la PUCV, tenemos varias publicaciones que lo avalan. En este proyecto queremos seguir generando material, además de realizar publicaciones para lograr que todas las personas y profesionales que producen plantas de cítricos estén enterados y algo destacable de este proceso, es que hicimos una alianza con el Comité de Cítricos de Chile lo cual favorecerá el proceso de negociación con los viveros y con lo que estén interesados en producir este material. Además, debo sumar el hecho de que todos los actores involucrados en el proyecto nos conocemos hace años, por lo que existe una muy buena relación lo cual ha facilitado mucho más el trabajo.

¿Quiénes conforman el equipo de trabajo?

Trabajamos junto a la bióloga Natalia Riquelme, quien se ha especializado en la detección molecular de virus,  viroides, bacteria, hongos y con todo tipo de microorganismos, este ya es su tercer año en nuestro laboratorio, donde también ha participado de los dos proyectos junto al Comité de Cítricos, por lo que tiene experiencia en enfermedades de plantas, observar síntomas y ahora tendrá la oportunidad de capacitarse en Estados Unidos para conocer más sobre la enfermedad de Huanglongbing, lo que es muy importante para el avance de nuestro proyecto.

También dentro del equipo está Aldo Salinas, que trabaja en el área de diagnóstico, en apoyo a proyectos y servicios asociados a empresas agrícolas. Él apoyará en el trabajo de Natalia desde el punto de vista agronómico, es decir, cuidar las plantas, fertilización, nutrición, evitar que tengan plagas, enfermedades, y además, deberá llevar el registro administrativo del proyecto. 

Además de ellos, este trabajo será complementado con dos tesis de Magíster, lo cual será beneficioso para formar nuevo capital humano, además de estudiar de forma específica ciertos aspectos asociados a este desarrollo.

¿Qué esperan lograr al finalizar este proyecto en cuatro años más?

En cuatro años más esperamos contar con un Banco Germoplasma de Cítricos, que en una primera etapa existan al menos las 10 variedades comerciales de cítricos más importantes para nuestro país y que esté todo en regla, no solamente sanas sino que además que correspondan al tipo. Además, nos gustaría realizar una transferencia de esta tecnología que tenemos, tanto a los viveros como a profesionales del SAG y a todos a quienes quisieran participar en el conocimiento que iremos adquiriendo. También, queremos hacer un libro, un manual de las enfermedades de los cítricos, para que todo el mundo pueda saber, no solo de enfermedades que se transmiten a través de injertos sino que también enfermedades fungosas que afectan a la post cosecha, creemos que sería muy oportuno para nuestro país, además de considerar que es una industria que ha crecido mucho en los últimos años, por lo que es una industria que hay que proteger y cuidar, además de hacer crecer.

¿Cómo visualizan este libro?

Este libro surge de la experiencia que tuvimos con otro proyecto FIA anterior. Queremos hacer un texto que esté disponible online, también nos gustaría hacer un manual que sea físico. La idea es abarcar todas las enfermedades asociadas a los cítricos, desde enfermedades causadas por virus, viroides, bacterias, hongos, oomycetos, etc, tener un amplio espectro de enfermedades que afectan a los cítricos en pre cosecha o post cosecha, entonces queremos hacer un texto, donde podamos invitar a otros colegas que se han especializado en esto, ya que hay mucho desconocimiento en nuestro país de ciertas enfermedades que puntualmente atacan a alguien y que pueden ser un riesgo para otros. Este manual incluirá también enfermedades ausentes en el país para crear conciencia del posible riesgo si éstas ingresaran a nuestro territorio.

Creemos que es importante conocer y contribuir al manejo de las enfermedades y el cómo prevenirlas.

¿Cómo espera que su investigación apoye, no solo al comité, sino que a personas que piensan plantar a nivel doméstico?

Cuando nosotros partimos con nuestro programa, este estaba abierto a la persona que quisieran conocer las variedades, teníamos un bloque al aire libre. Sin embargo, hoy en día, no tendremos un bloque, sino que un banco germoplasma que tiene que estar muy protegido y donde solo puede entrar personal autorizado, ya que debe tener el máximo de protección.

Pero la idea es que toda la información que generemos, se publique en una página web en donde estén todas las variedades, características y toda la información que podremos generar, lo que será muy interesante porque muchas veces, las personas no conocen algunas variedades.

La citricultura es muy amplia, nuestro país tiene muchos climas diversos y no todos se adaptan a cualquier lugar, sin embargo, tenemos el legado del doctor Gene Albrigo que murió en febrero de este año, quien nos ayudó mucho en los inicios del germoplasma de cítricos de nuestro país, sobre todo en la creación del anterior banco de germoplasma, él decía siempre que en la citricultura hay variedades que se adaptan a todo, a más o menos calor o más o menos lluvia, etc, no es para todo Chile, pero hay un amplio rango de climas donde se pueden producir los cítricos y ahí hay que buscar cuales son las variedades más interesantes y cuales traerán más beneficios. 

Como Ximena Besoain, ¿Cómo visualiza la adjudicación de este proyecto en su carrera?

Es el primer FIA que me adjudico como Ximena Besoain, por lo que para mí, es una novedad, he tenido otros proyectos como CORFO, Fondef y Fondecyt pero este es el primero que me adjudico como responsable. El anterior FIA de Phytophthora en nogales el responsable era Sebastián Saa y lo dirigía ChileNut. He tenido una muy buena recepción, ha sido muy grato, he sentido mucho apoyo desde las personas del FIA, además de que por la pandemia hemos tenido que adaptarnos a los nuevos tiempos.

Las primeras enfermedades que yo publiqué fueron asociadas a los cítricos, tema en el cual como Escuela de Agronomía PUCV hemos trabajado largos años en este tipo de cultivo, por lo tanto, es bueno que en esta etapa donde me quedan algunos años para jubilar, pueda cerrar el círculo y lograr transmitir todas las experiencias a las nuevas generaciones para que se continúe trabajando en esta área y que nuestra citricultura siga creciendo. En Chile se han tenido grandes logros y aún queda mucho por desarrollar, y esto será un piso importante que traerá sustrato a otros trabajos que tienen que surgir.

¿Le gustaría invitar a estas nuevas generaciones a ser parte del mundo de la investigación?

Claro que sí, específicamente, ahora a estudiantes del programa de magíster de nuestra escuela que dura dos años, ya que vamos a abrir postulaciones y haremos el concurso por nuestras redes sociales, pero claro, están invitados a todos los que estén interesados en trabajar en enfermedades de cítricos, el trabajo es combinado, tiene trabajo de laboratorio y de invernadero, de campo, ir a terreno a buscar los patógenos. Un trabajo muy interesante y están todos invitados a quienes quieran enviar su curriculum, a mi correo ximena.besoain@pucv.cl