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Talos Chile: emprendimiento orientado a la educación de robótica es parte de IMPULSA+ 2021

El proyecto de innovación social y educacional, busca potenciar la educación a través de talleres dirigidos a estudiantes de enseñanza básica y media de la Región de Valparaíso.

20.12.2021

Talos Chile, es uno de los emprendimientos incubados en el programa IMPULSA+ de la Incubadora Social Gen-E, perteneciente a la Dirección de Innovación y Emprendimiento de la Pontificia Universidad Católica de Valparaíso, actualmente la iniciativa pretende establecer nuevas nociones de métodos de aprendizaje para estudiantes, a través de talleres de robótica y fabricación digital.

El equipo está conformado por Nicolás Carmona, estudiante de Ingeniería Electrónica en la PUCV, Nicole Fabres, Diseñadora de Productos egresada de la Universidad de Valparaíso y Paula Biso, Educadora de Párvulos egresada de la PUCV, quienes buscan desarrollar a través de metodologías de carácter práctico, reforzar áreas de contenidos de las asignaturas del curriculum educacional, además de realizar talleres y actividades a jóvenes de distintos establecimientos de la región de Valparaíso.

En este contexto, Nicolás Carmona y Nicole Fabres, nos cuentan sobre su emprendimiento, su experiencia en el ecosistema emprendedor de la PUCV y sus proyecciones a futuro con Talos Chile.

¿Cómo se formó el equipo de Talos Chile y su experiencia en la Ruta de Emprendimiento PUCV?

El proyecto nació en 2015, la idea era hacer talleres de robótica a estudiantes, esto se venía haciendo desde ese año en la Universidad y de alguna manera resultaron muy bien, ya que eran actividades impulsadas de manera voluntaria. Pero lo más complicado era el tema de los materiales que se requieren para enseñar sobre el tema, sobre todo en robótica, ya que se necesita un robot educacional.

En este contexto, tomamos la iniciativa y vimos que por redes sociales la DIE lanzó un fondo concursable llamado Talento Emprendedor, formulamos el proyecto, participamos y quedamos como finalistas, con el cual pudimos empezar con Talos. Seguido de esto, publicaron el proceso de postulación para los fondos CREA y DESARROLLA, ahí postulamos y nos adjudicamos un CREA, ahí pudimos generar los robots educacionales que son básicamente para hacer talleres de robótica, además en este proceso pudimos sentar más la idea y como estábamos trabajando de manera online, siempre nos reunimos de forma virtual, con harta atención en los fondos y cosas que estuvieran saliendo.

Posterior a esto postulamos a los Concursos DIE Desarrolla, en este proceso estamos desarrollando un segundo robot educacional y además estamos siendo parte del programa de incubación IMPULSA+.

¿Cuáles son los objetivos de este proyecto orientado a la electrónica?

El proyecto lo que busca es acercar la tecnología a los estudiantes, en este sentido, tecnologías de aprendizaje. En los colegios y en sí en el sistema educacional, se sigue enseñando de la misma manera que hace 20 años o incluso más, pupitre, su silla y la pizarra. No se considera que actualmente la mayoría de los estudiantes tienen acceso a Internet instantáneamente, distintas formas de educarse y también otras herramientas. La oportunidad de explotar las distintas capacidades de ellos, por ejemplo, la creatividad, eso es algo que sí o sí debería estar dentro del aula de clases, pero sabemos que no es así.

Entonces somos conscientes de esta problemática, sabemos que nuestro proyecto está partiendo y no vamos a llegar a cambiar la educación de Chile, pero sí partimos por estudiantes de distintos niveles cursos, podemos darles un plus, herramientas y conocimientos que más adelante los van a ayudar a tomar decisiones.

¿Cómo enfocan esto a las y los estudiantes?

Cuando partimos haciendo los talleres, en un comienzo la idea era trabajar con estudiantes de séptimo hacia arriba, porque tienen una base de conocimiento en matemática; saben restar, dividir y multiplicar. No obstante, en uno de los talleres le pasamos un lápiz 3D a un niño de kínder, y además de jugar y divertirse bastante con el dispositivo, se notó que había interés. Entonces igual pensamos que es posible expandir esto a más edades, porque si te das cuenta, los beneficios de los talleres se los llevan los más grandes, pero los niños más pequeños también podrían trabajar e interesarse en la robótica; van a pasarla bien en el fondo, mientras que los más grandes serán los que queden con las nociones para tomar decisiones en el futuro y ver si se quieren dedicar a esto.

¿Cómo ha sido la experiencia de estar en Gen-E y en IMPULSA+?

Al comienzo teníamos ideas súper utópicas, gracias a la incubación y los programas en los que hemos trabajado, nos han dado herramientas para poder aterrizarlas y hacerlas más concretas. Sentimos que cada vez estamos más cerca de lograrlo sin equivocarnos tanto, hemos crecido y nos hemos transformado para llegar a concretarlo de mejor manera, nos sentimos con mucha más confianza.

Notamos cómo vamos evolucionando y es genial compartir con otros emprendimientos, donde puedes reflejar inquietudes y también visualizarse, que no eres el único que piensa en hacer algo bueno o lucrar, sino más bien que quieres que la idea funcione y hacerlo bien, un impacto positivo.

Dentro de la comunidad de Gen-E y emprendedores, existe apoyo y eso es genial, además del constructivismo que se da, ya que todos se critican positivamente y de manera constructiva, y también un espacio bastante colaborativo, por ejemplo, en el programa existe un proyecto PlayaLab, que también se dedica a hacer talleres de robótica, se ha creado un entorno de compañerismo y colaboración con este emprendimiento, lo cual potencia a la comunidad.

Con respecto al programa de IMPULSA+, nos ha ayudado a ordenarnos o ser bien responsables con cumplir las tareas y que, a pesar de ser online, nos motiva a seguir trabajando. Lograr eso es súper difícil, sobre todo en las clases online y en ese sentido IMPULSA+ nos da el ejemplo de que si es posible. Nos gusta que el seguimiento de los talleres esté súper ordenado, además que las personas encargadas del programa, muestran una preocupación y disposición enorme.

¿Cómo se proyectan en unos años más con Talos Chile?

Uno de los planes e ideas que tenemos es acercarnos a colegios vulnerables o en zonas rurales, y esto hacerlo móvil, nos iríamos en una camioneta del proyecto para hacer las clases allá, tener un taller móvil, y llegar a esos establecimientos.

Por otra parte, nos interesa llegar a colegios de Valparaíso, hacer los talleres y sostenernos con eso, ir sumando más docentes, gente que les guste hacer los talleres de robótica y nosotros poder formarlos. También hacer talleres de química u otras cosas interesantes y comenzar a hacerlo en Valparaíso-Viña, y tener un lugar físico también donde enseñarles a los niños.

En el IMPULSA+ siempre se habla sobre complementar algo que te gusta con el trabajo, y de ahí uno vería el éxito como emprendedor. Entonces justamente el hecho de que podamos viajar, que es algo que nos gusta, complementarlo con llevar ayuda y al mismo tiempo enseñar sería lo más maravilloso, juntar a personas de muchos lugares para formar un equipo.

Con respecto a metas a corto plazo, queremos formalizar el proyecto y poder ofrecer el programa de talleres a colegios. En este sentido tener los certificados y entregar nuestros servicios, tener todo esto legalizado es súper importante y sobre todo en educación.