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Entrevista a Cecilia Costa tras su paso por los Juegos Sudamericanos de Playa

08.04.2019

 

Cecilia Costa Melgar (26) es estudiante de la Escuela de Negocios y Economía desde el año 2016 cuando se integró vía ingreso especial. Esto debido a su álgida historia como tenista, llegando a ser incluso N°1 en la categoría femenina en junio del 2013.

El año 2015 tuvo que poner pausa a su carrera como tenista profesional, debido a la dificultad para encontrar el financiamiento necesario para continuar ejerciendo su talento y vocación. Pero hoy ha vuelto literalmente a las canchas, tras su primera participación en los juegos Suramericanos de Playa que tomaron lugar en Rosario (Argentina) el mes pasado.

¿Cómo es compatibilizar estudios y deporte a nivel profesional? Conversamos con ella sobre su proceso y reciente participación en el certamen internacional


¿Cómo te fue recientemente en Rosario? ¿Era tu primera participación en esta competición?
La experiencia fue muy bonita. Anteriormente había jugado en ODESUR, pero no en los juegos de Playa, sino que en la categoría de tenis normal. Entonces no era del todo nueva. Me reencontré con mucha gente del tenis que se encuentra compitiendo en playa también. El equipo que se formó es muy bonito.

Por ranking yo no entraba en competencia, pero el capitán, Vicente Brusadelli, me escogió para jugar, porque el número 1 y 2 de Chile iban directamente, en cambio el número 3 es escogido por el capitán, y por eso estoy muy agradecida. Estuvimos a punto de ganar, peleando contra Brasil, con quien disputamos las semifinales. Luego defendimos la tercera medalla que competimos ahí versus Venezuela. Perdimos contra los campeones del mundo. La peleamos y todo, pero era imposible.

Todo fue muy enriquecedor. Siento que aún estoy ahí, que puedo dar más. Salí muy contenta porque se me abrieron puertas. Por ejemplo, ahora comencé con un preparador físico argentino a entrenar, y también se abrieron otras puertas para mejorar en el tenis, incluyendo la posibilidad de estar en el Mundial en junio.


¿Desde qué edad estás vinculada al tenis?
Empecé a jugar en el Club Español de Reñaca, desde los 7 u 8 años.


¿Cómo lo haces o hacías para compatibilizar tu rutina de entrenamiento con los estudios?
Desde que ingresé, nunca he dejado de entrenar. Yo me retiré del tenis normal, pero hace un año empecé en esto del tenis playa.


¿Cuáles son las diferencias, para ti como deportista?
En la playa hay movimientos que son diferentes, entonces sigo entrenando tenis normal, y además tenis de playa. No es tan complicado compatibilizarlo con la universidad, cada cosa tiene sus horarios.

Lo más difícil es agarrar el ritmo, porque mi base de estudios es diferente. Los últimos tres años de estudios escolares fueron en un colegio especial para deportistas, si no es imposible.

Ahí iba dos o tres horas al día, entonces ahora tengo que estudiar el doble que el resto de mis compañeros debido a un hábito distinto de base. Debo estudiar mucho, al igual que entrenar. El primer año me costó muchísimo, pues mi vida era tenis, y esta es otra rutina de vida completamente diferente. Esa era mi vida antes: levantarme y entrenar todo el día. Ahora debo venir, entrenar, luego estudiar a la noche. Me he ido amoldando a medida que pasan los años.


¿Por qué dejaste el tenis profesional e ingresaste a la Universidad?
Mi decisión fue por dinero, por financiamiento. Era muy difícil salir a jugar torneos y pagarle al entrenador, y también tener que pagarme a mí todo. Con lo que ganaba en los torneos no era suficiente.

De hecho una vez me dio plata Leonardo Farkas para una gira, mi hermano lo consiguió a través de Twitter, pero no podía depender de eso.

En los últimos torneos ya estaba viajando sola, sin entrenador, y estaba quedándome en los mismos clubes porque los hoteles eran mucha plata. Y eso fue un motivo grande para mi retiro.

Actualmente por la Universidad juego torneos de tenis. Por ejemplo, el primer año que entré, ganamos y salimos campeonas nacionales de Juegos Universitarios. Y así, los años siguientes salimos siempre segundas, lo que ha sido muy emocionante.


¿Cómo llegaste a la Escuela de Negocios y Economía de la PUCV?
Acá entré por ingreso especial. Tenía pensado – como casi todos los tenistas chilenos – ir a Estados Unidos con las becas que ellos tienen para deportistas. Entonces yo me retiré del tenis, hice los trámites para entrar a la U, pero su sistema te permite 6 meses para decidir si vas a la universidad, o serás profesional de la disciplina que practicas. Y yo ya había perdido 6 años de beca, desde que había dejado el colegio. Así que me dijeron que no podía.

Me hicieron una entrevista en un diario nacional, y desde ahí me contactó el entrenador de tenis de la Universidad, ofreciéndome una beca para Ingeniería Comercial. Así que la tomé.


¿Los profesores saben de tu situación, te apoyan en casos como la asistencia durante los Sudamericanos?
Algunos profesores saben. Ahora tengo dos ramos en los que los profesores son siempre muy involucrados, y me dijeron que tenía su apoyo, también me bromean que no vuelva sin medalla. Pero no todos los profesores saben de la situación.


¿Por qué cambiaste de tenis normal a playa?
La verdad comencé en esto porque un amigo en Viña del Mar tenía una exhibición, me invitó a jugar, y ahí descubrí que no jugaba excelente, pero no jugaba mal. Entonces lo vi como una oportunidad y desafío.


¿Qué piensas de la carrera que estás estudiando?
Creo que Ingeniería Comercial te abre una rama gigante de oportunidades y te da herramientas. Similar a lo que buscaba en Estados Unidos, donde estaba postulando para Business. Pienso que abre muchas puertas.

 

 

Por: Valentinne Rudolphy Gahona

Periodista Escuela de Negocios y Economía PUCV