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La Incubadora de Emprendimiento Escolar PUCV “AlCubo” cumple 10 años de trabajo con temáticas i+e en el sistema educativo

26.09.2022

AlCubo, la Incubadora de Emprendimiento e Innovación Escolar de la Dirección de Innovación, perteneciente a la Pontificia Universidad Católica de Valparaíso,  cumple 10 años desarrollando habilidades vinculadas con el emprendimiento, la innovación y la creatividad en el sistema escolar de nuestro país. Hasta la fecha ha beneficiado a más de 3.100 estudiantes y 783 docentes apoyados de diversas comunas y resaltando su presencia en la Región de Valparaíso.

En 2012 nace la Incubadora Escolar PUCV, bajo el nombre de Programa de Emprendimiento Escolar, con la adjudicación del fondo Programa de Apoyo al Entorno Emprendedor de Innova Chile de CORFO, con el que se realiza junto a la organización Momento Cero, un torneo de emprendimiento escolar en Valparaíso. Aquella experiencia dio inicio al trabajo con diferentes establecimientos educativos de la región, permitiendo abordar una temática no cubierta en ese entonces por la oferta pública y privada, llevando a la PUCV a crear su propio modelo de trabajo.

Desde ahí, en 2013, la Universidad lanzó su primer Concurso Regional de Clubes de Emprendimiento, en los que participaron más de cien alumnos. Fue ahí donde los equipos de estudiantes desarrollaron proyectos innovadores, acompañados por sus profesores, quienes se constituyeron como agentes de cambio para el desarrollo de actitudes, habilidades y competencias emprendedoras. Adicionalmente, se llevó a cabo la segunda versión del Torneo Regional Interescolar de Emprendimiento. 

Debido al conocimiento adquirido y al trabajo realizado en esas instancias, la Incubadora Escolar realizó Despega del Aula, programa formativo en emprendimiento dirigido a estudiantes de educación técnica profesional con el objetivo de transformarlos en protagonistas de la sociedad. Uno de los aspectos diferenciadores de este programa fue la incorporación de académicos de la PUCV como mentores voluntarios, lo que permitió un trabajo colaborativo con los diferentes laboratorios de la Universidad. Tanto Clubes de Emprendimiento Escolar como Despega del Aula iniciaron sus actividades siendo apoyados por CORFO y a partir del año 2019 pasaron a ser financiados internamente con recursos de la Universidad.

AlCubo se mantuvo en un proceso de mejora permanente de sus metodologías, lo que generó el trabajo con nuevos estilos y modelos formativos para impulsar el espíritu innovador en estudiantes de toda la región. El primero fue el proyecto “InnovaCamp”, financiado por el Gobierno Regional de Valparaíso y CORFO, para estudiantes de la comuna de Quintero. Esta iniciativa focalizó las actividades formativas en un campamento intensivo en emprendimiento, en el cual los estudiantes tuvieron la oportunidad de resolver problemáticas de su entorno por medio de un proyecto presentado a un jurado. Los ganadores tuvieron la posibilidad de realizar una pasantía en el Tecnológico de Monterrey durante una semana, logrando incrementar sus conocimientos, además de vivir una experiencia única de aprendizaje.

Con la intención de llegar a las comunas más aisladas de la Región de Valparaíso es que se ejecutó el proyecto “Mentes Inquietas”, con el objetivo de implementar el primer programa de emprendimiento escolar en Rapa Nui. Esta iniciativa contó con el financiamiento del Gobierno Regional de Valparaíso y CORFO, y se realizó en colaboración con el British Council y la empresa tecnológica Rotatecno. El programa contempló la participación destacada del Aconcagua Fab Lab de la Escuela de Arquitectura y Diseño PUCV y el Centro de Nuevas Tecnologías (CNT) de la Escuela de Ingeniería Eléctrica PUCV. Con este último se realizó el primer festival de robótica en la isla.

La Incubadora de Emprendimiento Escolar no solo estaba posicionada como un actor clave en el fomento del emprendimiento regional, sino que se mantenía en un constante proceso de crecimiento y desarrollo para mejorar su impacto y presencia en el país. Tomando en cuenta la variable detectada de la falta de capacitación docente en temáticas de emprendimiento escolar, es que surgió la necesidad de formar profesores y profesoras líderes en innovación y emprendimiento escolar. A partir de esto nace el proyecto Brújula, financiado por un Proyecto PAEI Nacional de CORFO y que tuvo como objetivo capacitar a más de 200 profesores del sistema educativo nacional.

A partir de la implementación del programa Brújula, se inició una alianza de colaboración con Bantani Education, entidad que se dedica a asesorar a la Unión Europea en temas de emprendimiento escolar, específicamente en la creación del Marco Europeo para la Competencia Emprendedora (ENTRECOMP). Gracias a esto, la Pontificia Universidad Católica de Valparaíso, a través de su Incubadora de Emprendimiento Escolar Alcubo, fue la primera institución en aplicar formalmente el modelo formativo Entrecomp en América Latina y el Caribe, lo que logró materializarse por medio de la ejecución conjunta en los años 2020 y 2021 del programa Entrecomp EDU.

Durante el año 2020, el plan formativo pasó a ser 100% virtual debido a la pandemia de COVID-19, lo que permitió llegar a las regiones de Atacama, Coquimbo, Metropolitana, O’Higgins y Aysén. Bajo este formato se potenció el proyecto y las competencias emprendedoras de los estudiantes incubados. Logrando materializar una medición de impacto que fuera acorde a las temáticas tratadas en cada etapa de la incubación, tomando como referencia las normas europeas para el emprendimiento (EntreComp), la ruta del emprendedor (CORFO) y el Ciclo del Emprendedor (Gen-E)

Actualmente, la Incubadora de Emprendimiento Escolar es uno de los programas más destacados de la PUCV en el trabajo con estudiantes de la región y el país. Gracias a los esfuerzos institucionales, cuenta con financiamiento para desarrollar una convocatoria anual para proyectos de emprendimiento escolar. Al igual que la Incubadora Social Gen-E, una de las decisiones estratégicas fue transformar el capital que se entregaba a cada equipo en una mayor inversión en capacitaciones, talleres y actividades formativas. Lo que permite tener un mayor impacto en la comunidad escolar, además resguardar una mejor administración de los recursos institucionales.