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El ganador del Premio Nacional de Investigación 2018 de España imparte el seminario: “El Interactoma de la Biodiversidad: Cómo las interacciones ecológicas mantienen la Red de la Vida".

El Dr. Pedro Jordano visitó la PUCV para hablar sobre los principales descubrimientos de su investigación sobre las interacciones ecológicas.

El pasado 24 de abril, se llevó a cabo en el auditorio de la Escuela de Ingeniería Química de la PUCV el seminario “El Interactoma de la Biodiversidad: Cómo las interacciones ecológicas mantienen la Red de la Vida", el cual buscaba analizar cómo las interacciones ecológicas tienen un papel central en estructurar la biodiversidad.

Durante su exposición, el Dr. Pedro Jordano se refirió a su enfoque sobre el estudio de la biodiversidad, la cual no define en base a la diversidad de especies como es común, sino la describe en base al componente de las interacciones ecológicas. En base a esta perspectiva, el Dr. Jordano busca entender cómo estas interacciones sustentan la vida, conformando así la “arquitectura de la biodiversidad”.

Con respecto a los principales objetivos de su trabajo, el investigador español explicó que más que entender la función que cumple cada especie dentro del ecosistema, lo esencial es analizar la finalidad de sus interacciones ecológicas, ya que de estas depende la persistencia de otras especies en el ecosistema. De esta forma, señala que, “en escenarios de cambio global, precisamos entender qué función ecológica mantienen estas interacciones y qué acontece cuando se extinguen las interacciones, en lugar de extinguirse las especies.”

Al referirse a los principales desafíos al momento de estudiar las interacciones ecológicas desde una perspectiva sistémica, el Dr. Jordano destacó que “la interrogante específica más potente que se presenta en nuestra investigación es el intentar entender cómo se estructuran las redes de interacciones entre las especies que viven en un ecosistema complejo, ya que el número de interacciones posibles entre ellos crece muy rápidamente cuando incrementa el número de componentes”, señala Jordano.

El investigador también se refirió a las proyecciones futuras de su investigación sobre redes ecológicas de cara a los desafíos ecológicos que enfrenta la biodiversidad en la actualidad, señalando su interés en la temática de conservación de la biodiversidad. “De igual forma que los neurobiólogos se dedican a estudiar cómo se producen las conexiones neuronales para combatir con enfermedades críticas, nosotros también necesitamos entender los distintos patrones de conexiones para poder preservar la biodiversidad del planeta”, explica.

En esta línea, el Dr. Jordano destaca el desarrollo de tecnologías que permiten abordar estas interacciones complejas, como es el caso del campo de la genómica ambiental, la cual tiene la posibilidad de caracterizar muy rápidamente interacciones utilizando muestreo a gran escala de ADN ambiental, que se encuentran en superficies como ríos o suelos y resultan muy prometedoras para el futuro de la biodiversidad.

Por otra parte, al hablar sobre las dificultades que enfrentó en su aproximación interdisciplinaria para la creación de su marco conceptual, el investigador se refirió al enfoque del estudio de interacciones en el campo de la ecología, la cual tradicionalmente se estudia en relaciones antagonistas de depredación, a diferencia de su propia investigación, que analiza las interacciones mutualistas de beneficio recíproco.

En base a esto, el Dr. Jordano indica que la principal tarea fue “tomar todo lo que se estaba estudiando en el ámbito de ecología relacionado a redes tróficas y relacionarlo con nuestro propio estudio de redes de interacción para así amplificarlas con otras metodologías científicas propias de la Física o la Matemática, como la mecánica estadística o la topología matemática”, ahonda.

Por último, el Dr. Jordano se refiere a sus estudios de sistemas ecológicos en el contexto latinoamericano, observando al igual que el resto del mundo un avance muy rápido en la degradación de sistemas, que se debe a escenarios de cambio global que no solo relaciona con el cambio climático, sino también con procesos de defaunación, de extracción masiva de agua o de explotación ganadera y agrícola que, según describe, amenazan no solo con la extinción de especies, sino también con la persistencia de las interacciones ecológicas que afectan de forma sistémica a  nuestra biodiversidad.

“Es por eso que es importante resaltar los avances positivos que hemos tenido en biología de la conservación, que nos han ayudado a detectar cuáles son las acciones más urgentes y sobre qué tienen que incidir para obtener una recuperación rápida de ecosistemas degradados”, finaliza.