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Destacado historiador portugués dictó conferencia relativa a los 500 años del Descubrimiento del Estrecho de Magallanes

El doctor José Manuel Garcia, de la Academia Portuguesa de la Historia, dictó la conferencia “Fernando de Magallanes, el primer hombre en abrazar el mundo y que hizo entrar a Chile a la Historia Universal”, en el Instituto de Historia de la PUCV.

09.10.2019

En el marco del “Seminario Permanente de la Cátedra de Historia de América Colonial”, a cargo de la profesora Ximena Urbina, el destacado historiador José Manuel Garcia, miembro de la Academia Portuguesa de la Historia, dio una conferencia sobre la travesía liderada por el navegante Fernando de Magallanes, expedición que completaría la primera circunnavegación del planeta y el descubrimiento del estrecho que lleva su nombre, de la Tierra del Fuego y de la enorme extensión del océano Pacífico.

El Dr. Garcia fue invitado a Chile por el embajador de Portugal y por el Instituto Camoes, para dar una conferencia en el ciclo llamado “Diálogos en la Moneda”, así como en la Biblioteca Nacional y en Punta Arenas. La conferencia en nuestra Universidad estuvo dedicada a los casi setenta alumnos del curso de Historia de América: Descubrimiento y Conquista, del Instituto de Historia.

Fernando de Magallanes (1480-1521) nació en Oporto, Portugal. El historiador explicó que en 1505 Magallanes integró la expedición de Francisco de Almeyda, que el rey Manuel I de Portugal envió a la India, como primer virrey del Oriente. En los años siguientes, Magallanes fue enviado a explorar otras posibilidades para el comercio, llegando a Mozambique y Malaca. Desde allí, el gobernador Francisco de Alburquerque envió a Antonio de Abreu a las islas Molucas (Indonesia), que era donde se producía la especiería. Magallanes fue con Abreu.

Esta es, dijo Garcia, la primera etapa de Magallanes en su vuelta al mundo (1505-1511), navegando desde Lisboa a las Molucas.

Histórica Travesía

Al volver Magallanes a Lisboa con gran experiencia, entró en conflicto con el rey Manuel I, por haberse negado este último a aumentar su salario, y con ello, su prestigio. Magallanes marchó a España y ofreció sus servicios a Carlos I (o emperador Carlos V).

El Tratado de Tordesillas (1494) entre España y Portugal, había dividido el océano en dos partes, una para cada reino, con una línea imaginaria que pasaba 370 leguas al oeste de las islas Azores y cabo Verde. En su exposición el historiador planteó una duda que existía en esta época: ¿por dónde pasaba la línea al “otro lado” de la tierra? Esta era una cuestión importante, porque las islas Molucas, con el tesoro de su especiería, estaban justo en una zona dudosa, porque según diferentes cálculos, podría caer en la parte española o portuguesa. Magallanes creía que estaban en la zona castellana, y convenció a Carlos V de invertir en una expedición para llegar a las famosas islas, algunas de las cuales él ya había visitado en 1511.

Su antiguo compañero y amigo, Fernando Serrano, estaba en quizá la más rica isla de este archipiélago, Ternate, donde pudo acceder tras salvarse de un naufragio cuando, como Magallanes (pero en otro barco) fue con la expedición de Antonio de Abreu. En carta enviada desde Ternate a Lisboa, Serrano contaba a Magallanes la existencia de enormes cantidades de clavo de olor.

La expedición de cinco naves partió en 1519 hacia el Occidente (la zona reservada a Castilla por Tordesillas), bordeó América del Sur, encontró el paso interoceánico por el estrecho que se llamó de Todos los Santos, y avanzó en la búsqueda de las Molucas, bajando en latitud. Aunque Magallanes murió en la isla de Mactan, en Filipinas, con ese segundo viaje, esta vez hacia el Occidente, él habría completado su “abrazo” del mundo.

Contraviviendo las órdenes de Carlos V, el vasco Sebastián Elcano -que por sucesivas muertes y otros infortunios quedó, finalmente, a cargo de la empresa-, para evitar el regreso por el Pacífico, que tantos males causó a la tripulación a la idea por no haber islas donde recalar, decidió volver a España a través del océano Indico y bordeando África, zona que correspondía a Portugal. Solo volvió una nave, la Victoria, con un riquísimo cargamento de especias que compensó con creces todos los gastos.

“Magallanes se convirtió en una de las figuras más eminentes de la historia al concebir un proyecto que realizó con tremenda tenacidad y sacrificio mediante el viaje marítimo más extenso y duro realizado hasta entonces. Los viajes de Magallanes y su nombre como figura son un sello distintivo del inicio de la mundialización, un importante proceso de transformación del mundo que constituye el origen remoto del fenómeno de la globalización que estamos experimentando hoy en día”, señaló el historiador.

Sobre el expositor

José Manuel Garcia es doctor en Historia por la Universidad de Oporto, miembro de la Academia Portuguesa de Historia y de la Academia Marítima de Lisboa. Además, es integrante del Gabinete de Estudios Olisiponenses de Portugal. Ha liderado la Comisión Nacional para las Conmemoraciones de los Descubrimientos Portugueses y colaborado con la Fundación Calouste Gulbenkian. Se especializa en los descubrimientos portugueses, la presencia lusitana en oriente, así como en las evidencias cartográficas de estos procesos. Entre sus más de treinta libros destacan “El viaje de Fernando de Magallanes y los portugueses” (2007); “El libro de Francisco Rodrigues: el primer atlas del mundo moderno” (2008); los 9 volumenes de “Descubrimientos” (2015), y el último: “Fernao de Magalhaes, héroe, traidor o mito: la historia del primer hombre en abrazar el mundo”.

Natalia Cabrera Vásquez

Facultad de Filosofía y Educación