En su ponencia explicó tres grupos de obras de Zubiri que han sido editados por el académico: Espacio, Tiempo, Materia (segunda edición), la trilogía teologal y Ciencia y realidad, próximo a publicarse.

“Intenté mostrar estas obras desde dos puntos de vista: la génesis de la obra y lo que las ediciones aportan a la comprensión del filósofo y a la filosofía. Ciertamente la filosofía tiene sus problemas propios, no me parece un mero comentario de filósofos. Pero hacer filosofía a espaldas de los filósofos es desaprovechar la riqueza en que su concepción nos ha dejado instalados. Por tanto, a la hora de estudiar un pensador como Zubiri es importante tratar de entender la historia de los textos. El texto es un momento clave en la realidad de un pensador. No es un en sí (no se trata de decir lo que estaba en su cabeza), pero tampoco es algo totalmente abierto. El texto es una realidad, una vez escrito corre por cuenta propia, pero junto a los otros textos. Hay que hacerlos dialogar y sonar juntos, no tomar meras frases aisladas. Las grandes obras, los clásicos, son las que hablan siempre en la historia, hasta en otros idiomas. Pero no hablan si alguien nos las hace hablar, desde los textos y desde la propia realidad, con ejemplos y problemas concretos. Zubiri es uno de ellos. Pero sólo lo será si lo hacemos hablar en nuestros problemas actuales”, señaló el profesor.