06.01.2020

El Parque Escuela 36 en el cerro Larraín antes era un microbasural. No obstante, gracias a la unión y organización entre los vecinos del sector, de la junta de vecinos "Nuevos Horizontes", la fundación Meta, CONAF y grupos de estudiantes de los cursos de Formación Fundamental de Ética Cristiana en el marco de la aplicación de la metodología de Aprendizaje y Servicio, liderados por la profesora Carmen Márquez de la Facultad de Teología, se ha logrado durante estos últimos años convertir este lugar en un espacio ecológico y de recreación.

“La plaza tiene áreas verdes, juegos, un escenario, plantas de todo tipo, una pasarela de madera y hasta un huerto comunal. Mucho se había avanzado, pero les faltaba algo, la iluminación. Es aquí cuando contacté al doctor Ariel Leiva, consejero de la rama estudiantil de la Escuela de Ingeniería Eléctrica (EIE) de la PUCV, para buscar la forma de colocar luminarias en el Parque Escuela 36 del Cerro Larraín”, informó la académica.

Un grupo de estudiantes de Ingeniería Civil Eléctrica e Ingeniería Civil, quienes también pertenecen a la rama estudiantil IEEE-PUCV, se adjudicaron el fondo "IEEE-Sight", el cual se destinó para la realización de este proyecto con impacto social en la Región de Valparaíso.

“El proyecto de iluminación fue desarrollado durante el 2018. Se evaluaron y descartaron varias propuestas hasta llegar a la alternativa que concluyó hace poco. Tenía que ser sustentable, debía ser offgrid, y así llegamos a la iluminación solar con equipos modulares, all in, plug and play. Una vez cotizado todos los equipos de iluminación, Jean Hernández de Powershop nos invitó a revisar los equipos a Santiago, sin ningún compromiso, ahí supimos que íbamos por buen camino”, informó Felipe Aravena, estudiante de sexto año de Ingeniería Civil Eléctrica que participó en esta iniciativa.

El alumno agregó que “la disposición de los equipos no fue al azar, por lo que, con la ayuda de Iván Kopaitic, profesor del laboratorio de iluminación de nuestra escuela, pudimos asesorarnos de manera correcta en este proyecto”.

Con esta propuesta ya preparada solo faltaban los recursos, por lo que los alumnos recurrieron al capítulo SIGHT, del inglés, Social Interest Group on Humanitarian Technology, que se encarga de promover el trabajo de voluntariado con proyectos de alto impacto social.

“Postulamos y nos adjudicamos casi $11.000 USD. Fue muy largo el proceso, sobretodo, porque no importa cuánto planifique uno, los problemas no paran. La mayor de las complicaciones fue traer el dinero de Estados Unidos, por eso nos demoramos, ya que lo obtuvimos por partes, la primera en febrero, y la segunda en noviembre de 2019”, explicó Aravena.

Este proyecto finalizó recientemente y se realizó el día 28 de diciembre de 2019 el lanzamiento oficial de las luminarias con la celebración de los 50 años de la Junta de Vecinos “Nuevos Horizontes”. “Recibimos muchos aplausos y agradecimientos, y no solo para nosotros, sino también para todos los otros grupos que se encargan de cuidar y hacer crecer el parque”, puntualizó Aravena.

“Lo más importante es que a través del nexo entre la Universidad y las juntas de vecinos se pueden desarrollar trabajos potentes para la comunidad. De manera concreta con esta iniciativa se mejora la calidad de vida de los habitantes. Primero escuchamos sus necesidades y cómo ellos piensan deben resolverse. Solo de manera colaborativa y conjunta pudimos dar solución a los problemas que existían en este lugar”, concluyó Carmen Márquez.

Más sobre el IEEE

IEEE, de sus siglas en inglés, Institute of Electrical and Electronics Engineers, es la asociación técnica más grande del mundo, en sus inicios estaba compuesta solamente por ingenieros eléctricos y electrónicos, pero en la actualidad se ha expandido a todas las áreas de la ciencia. Entre sus grandes fundadores están Nicola Tesla y Thomas Alva Edison.

El Instituto está compuesto por profesionales que se dedican a desarrollar y aplicar los estándares que se despliegan dentro del IEEE. Académicos que se dedican a hacer desarrollo -investigaciones-y colaborar a través de esta red global que ofrece el IEEE. Por último, están los estudiantes que también tienen asociaciones y grupos de afinidad dentro de las universidades.

La sección Chile del IEEE tiene miembros estudiantiles desde la Universidad de Antofagasta, pasando por la Universidad de Chile, UDP, PUCV, hasta la Universidad del Biobío, UdeC y Universidad de Magallanes.

El estudiante Felipe Aravena dentro del IEEE se considera Section HAC (Humanitarian Activities Coordinator).

Natalia Cabrera Vásquez

Facultad Eclesiástica de Teología