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Historia

La Facultad Eclesiástica de Teología de la PUCV se erige canónicamente por la Santa Sede el 18 de octubre del año 2012, y se crea en esta Universidad por decreto del Obispo de Valparaíso el 16 de enero del año 2013. A partir del Instituto de Teología, que inicia su trayectoria en la década de 1960, y que continúa su labor como Instituto de Ciencias Religiosas de nuestra Universidad desde 1981, la erección de esta nueva Facultad viene a continuar con la tradición para responder en esta etapa de maduración a la necesidad de profundizar en la reflexión desde la fe al servicio de la formación de teólogos. A través del Bachillerato canónico en Teología, en el contexto del tercer milenio cristiano, atiende a las necesidades de la Iglesia particular de Valparaíso, del país y del continente.

En el Instituto de Ciencias Religiosas se han formado seminaristas, religiosos y religiosas y un gran número de laicos, quienes se han desempeñado y se desempeñan fundamentalmente como profesores de religión y moral en diversas regiones del país; haciéndose cargo de la formación en la fe de los estudiantes de educación básica y media de diversos establecimientos. Muchos de los egresados han seguido estudios en Facultades de Teología obteniendo los más altos grados académicos en Chile y en el extranjero, cooperando así con la docencia e investigación de la disciplina teológica en nuestro país. Del mismo modo, desde el Instituto de Ciencias Religiosas, en su experiencia de décadas, se proyecta una especial sensibilidad ecuménica e interreligiosa que pretende potenciarse con la vida de esta nueva Facultad.

El contexto actual en el que acontece el nacimiento de la Facultad y de los estudios de Bachillerato canónico en Teología, se enmarca en un requerimiento regional y nacional en vistas a crear, fomentar y proyectar un centro de investigación teológica con un sello identitario, dado por la teología bíblica, la teología práctica y la teología del fenómeno religioso actual, que permitan interpretar la realidad desde las fuentes de la Revelación. En este sentido, el Bachiller canónico consiste en el grado académico inicial de los estudios teológicos, especialmente dirigido a seminaristas, religiosos y también laicos que deseen llevar adelante estos estudios siguiendo la ratio studiorum establecida por la Iglesia universal.

Sentido Educativo de la Formación

Los estudios filosóficos, a partir de un recorrido histórico y sistemático, buscarán explicitar que el ser humano es capaz de creer y reflexionar sobre el fenómeno teológico. Además, aportarán las herramientas necesarias para introducirse  en la discusión filosófico-teológica contemporánea.

Asimismo, los estudios teológicos permitirán al Bachiller conocer y comprender la Revelación, la Tradición y la historia para discernir y auscultar la acción de Dios en medio de las grandes interrogantes y búsquedas del ser humano de hoy. De esta manera, el futuro Bachiller canónico en Teología será capaz de argumentar y propiciar una verdadera humanidad desde Jesucristo y la forma como Él ve al hombre, la sociedad y el mundo (Encíclica Lumen Fidei, 2013).

El sello valórico e identitario del Programa de Bachiller canónico en Teología se fundamenta en el Concilio Vaticano II y los textos magisteriales que se refieren a la educación católica, en especial el Código de Derecho Canónico. Lo anterior significa entregar al estudiante los elementos para discernir de manera creativa y  responsable el acontecer de Dios en la historia, con la capacidad de argumentar un tipo de humanidad más plena, justa y renovada.

Se enfatizará una forma de enseñanza teórico-práctica de las áreas filosófica y teológica al servicio de futuros sacerdotes, religiosos, religiosas y laicos que serán capaces de asimilar y apropiarse de este sello en sus estrategias teológico-pastorales. Se promoverá el compromiso de los estudiantes, especialmente de los futuros sacerdotes, con el objeto de lograr empatía respecto del contexto en el que deberán ejercer su misión evangelizadora. 

A partir del Concilio Vaticano II y el Magisterio latinoamericano y los lineamientos establecidos en Sapientia Christiana y Ex Corde Ecclesiae, este sello está dado por una correlación entre el momento deductivo e inductivo de la teología. De ahí, la necesidad de modular pastoralmente la doctrina para una presentación con identidad y relevancia de los contenidos perennes de la fe. Se trata, en definitiva, de formar estudiantes capacitados en el uso de categorías teológicas y filosóficas para una  hermenéutica de la acción y pasión de Dios en la historia, como posibilidad de discernimiento teológico-pastoral.