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Programa de recuperación de importantes plantas nativas de Isla de Pascua continúa confirmando hitos de propagación, uso sustentable y trabajo con la comunidad

22.10.2020

Se trata de las especies cúrcuma o Pua (Curcuma longa) y del helecho Matu´a pua´a (Microsorum scolopendria), dos plantas ocupadas ancestralmente para fines medicinales en la cultura Rapa Nui y que, al momento de iniciarse el proyecto liderado por la PUCV y financiado por FONDEF, se encontraban en estado vulnerable de conservación.

Revertir el estado de vulneración de dos especies de gran importancia para la medicina herbolaria ancestral de Rapa Nui y transmitir los conocimientos necesarios para que prevalezca su manejo sustentable es el propósito del proyecto FONDEF "IDea en Dos etapas”, liderado por la profesora Mónica Castro de la Escuela de Agronomía. La académica se encuentra trabajando intensamente junto a su equipo desde el 2015 en la propagación masiva de Pua y Matu´a pua´a, plantas nativas de la isla con múltiples propiedades terapéuticas que fueron utilizadas por años sin los resguardos necesarios, llevándolas a estar en peligro de extinción.

“Cuando partimos con el proyecto quedaban muy pocos ejemplares de ambas especies en la isla ya que se arrancaban por completo para ser utilizadas en preparados medicinales contra el cáncer gástrico, como antiinflamatorio o como enjuague para el herpes bucal, entre otros usos. Esto nos motivó a buscar alternativas que permitieran propagar estas especies e investigar sus propiedades bioquímicas, analizando si era posible utilizar otras partes de la planta, como las hojas, para evitar arrancarla de raíz” comentó la profesora Mónica Castro, directora de esta iniciativa que además se vincula a otros actores de Rapa Nui como CONAF, la Municipalidad de Isla de Pascua, el Liceo Aldea Educativa y el Hospital intercultural.

De esta manera, lo que la investigación está haciendo es reproducir estas plantas en modalidad in vitro en el Laboratorio de Propagación de la Escuela de Agronomía PUCV, ya que no existen instalaciones de este tipo en la isla.  “Nuestra preocupación y ocupación es mejorar la condición de conservación en la que estaban esas plantas, obviamente con un aporte científico y tecnológico importante porque es nuestra obligación como universidad. Luego, esperamos devolver todo este material a la comunidad y enseñarles un manejo más sustentable de la Cúrcuma y el Matu’a Pua’a”, agregó la profesora Castro.

Una vez que las plantas son reproducidas in vitro en el laboratorio de Quillota, son enviadas a Isla de Pascua y pasan por un proceso de aclimatación. Luego, son entregadas a las comunidades. “El primer año estuvimos resolviendo cuál era la mejor forma de que viajaran hasta acá: con sustrato, con raíz desnuda o no, su altura, etc. Hasta que se lograron aclimatar y luego entregar. En un principio nos costó mucho aclimatar la planta”, relata Valeria Fernández, ingeniera agrónoma, egresada de la PUCV, residente en la isla y principal contraparte de la investigación en Rapa Nui, quien además es la encargada de realizar el vínculo directo con las comunidades isleñas.

NUEVOS HALLAZGOS

Actualmente el proyecto se encuentra en su segunda fase de ejecución, con un componente mucho más centrado en la innovación tecnológica y en la transferencia, desarrollando líneas de acción que involucran evaluaciones del comportamiento en la isla de las plantas propagadas in vitro en Quillota versus las reproducidas in vivo en CONAF Rapa Nui, con el fin de conocer el efecto ambiental que pueden tener en el sistema y caracterizar sus partes bioquímicas. Además, se trabaja en el establecimiento de bases técnicas para una posible indicación geográfica o denominación de origen de las especies.

La investigación continúa sumando avances, los que se han visto reflejados gracias a una serie de ensayos y mediciones que han permitido descubrir, entre otras cosas, que prácticamente no existen diferencias entre las plantas propagadas in vitro y las propagadas in vivo, al menos en su desarrollo fenológico. “En la parcela están las plantas ya aclimatadas, plantadas en grupos de dos en dos: una es in vivo y otra es in vitro. Cuando las miras desde arriba, no se ven diferencias entre una y otra, ni en tamaño ni color”, señala Valeria.

Ahora se espera realizar un análisis bioquímico para estudiar las propiedades de la Pua y el Matu’a Pua’a en comparativo, proceso apoyado por la profesora Leda Guzmán del Instituto de Química PUCV, quien, hasta ahora, ha podido comprobar que las hojas de la especie Pua también presentan importantes contenidos de compuestos antioxidantes. Con ello, se podrían usar las hojas y no necesariamente arrancar la planta completa para realizar los preparados medicinales, obteniendo de todas maneras buenos resultados.

TRABAJO CON LA COMUNIDAD RAPA NUI: CLAVE PARA LA PRESERVACIÓN DE LAS ESPECIES

Toda la investigación realizada en la isla ha ido de la mano con un trabajo estrecho junto a la comunidad. Al respecto, Valeria Fernández comenta que “El estudio comparativo de plantas in vivo e in vitro lo tenemos en el Liceo Aldea Educativa, un liceo con una pequeña parcela. Ahí tuvimos que plantar en macetas de bolsas de tela porque la calidad del suelo no era buena y en todo eso participó el colegio, los alumnos y profesores. Luego, alcanzamos a tener varias visitas de alumnos y pudieron ver de qué se trataba el comparativo, ayudaron a medir y se interiorizaron sobre las características de este cultivo que tiene potencialidad en la isla, ya que no se trata del típico plátano, piña o camote.  Acá no existe el cultivo comercial de la cúrcuma. Es importante que puedan ver que hay una alternativa de cultivo que no se desarrolla actualmente en Rapa Nui”.

Una vez finalizado el proyecto, se espera que la propagación y el manejo sustentable de las especies pase a estar en manos de las comunidades, por lo que se realizarán capacitaciones sobre manejo agronómico y aspectos bioquímicos de las plantas, explicando las implicancias que puede tener la forma en que se hacen las preparaciones medicinales e incorporando tecnología que ayude a mejorar el rendimiento y la eficiencia de los compuestos bioquímicos que están dentro de la materia prima. Además, se trabajará junto a abogados de la PUCV asuntos de propiedad intelectual como indicaciones geográficas y denominaciones de origen, ya que son ellos como comunidad quienes deben hacer este proceso para inscribir a las especies a su nombre.

FUTUROS PASOS

A pesar de las dificultades que trajo la pandemia, se planifica realizar una entrega masiva de plantas en el corto plazo para que comiencen a ser propagadas por usuarios rapanui que se interesen en su cuidado y conservación. Cada planta irá con una ficha técnica con información en detalle sobre sus cuidados y su ciclo de vida explicado para que puedan seguir propagándolas una vez que el proyecto finalice en junio del 2021.

“Estamos ansiosos de poder entregar más plantas que actualmente están en el laboratorio de propagación en Quillota. Hasta el momento solo hemos entregado ejemplares de Pua porque la otra especie, Matu’a Pua’a, es un poco más compleja de propagar, pero ya tenemos plantas en el laboratorio y en el invernadero que han logrado un mayor crecimiento. Este proyecto ha sido muy interesante y ha tenido bastante aceptación por parte de CONAF, del Hospital intercultural y del Liceo Aldea Educativa HONA’A O TE MANA de Rapa Nui. Lo que nos interesa es poder demostrar que la visión como equipo es hacer un trabajo dentro del laboratorio, pero no solo quedarse dentro de él, sino que este conocimiento salga a la comunidad”, concluyó Mónica Castro.