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Abogada Sophie Thonon-Wesfreid comparte su experiencia en el Caso Pinochet ante las cortes de París

La conversación fue moderada por el director de la Escuela de Derecho, Manuel Núñez, y contó con la participación del abogado Roberto Garretón.

24.07.2018

Un 17 de diciembre de 2010, la justicia parisina entregó una decisión de condena contra 13 ciudadanos chilenos y un argentino colaboradores de la dictadura de Augusto Pinochet, teniendo como base los crímenes de detención ilegal, secuestro y tortura. Ello significó un importante paso para las familias de las víctimas en el reconocimiento y condena de los responsables de crímenes de lesa humanidad.

Para compartir detalles sobre este caso y analizar la práctica francesa juzgando crímenes cometidos en el extranjero, visitó la Escuela de Derecho de la PUCV Sophie Thonon-Wesfreid, abogada representante de familiares de ejecutados políticos en Chile ante la Corte Penal de París y presidenta del grupo France Amérique Latine.

La conversación fue moderada por el director de la Escuela de Derecho, Manuel Núñez, y contó con la participación de Roberto Garretón, ex abogado de la Vicaría de la Solidaridad, ex Representante para América Latina y el Caribe del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos y ex miembro del Consejo del Instituto Nacional de Derechos Humanos de Chile, para entregar su testimonio como testigo de contexto.

CRÍMENES DE LESA HUMANIDAD EN EL EXTRANJERO

Sophie  Thonon-Wesfreid inició su intervención planteando dos interrogantes desde el punto de vista jurídico: ¿Cómo es posible que hechos criminales cometidos exclusivamente en territorio chileno pudieran caer ante la justicia francesa? ¿Por qué la decisión francesa tiene como base categorías de crímenes ordinarios, como la tortura y el secuestro, y no la noción de lesa humanidad?

En ese sentido, compartió que “cuando presenté la querella siempre tuve que comprobar que la víctima era de nacionalidad francesa, era algo fundamental”.  Ello debido a lo que se denomina Competencia Personal Pasiva, es decir que la víctima tenga nacionalidad francesa para que la justicia de ese país tenga jurisdicción.  

En cuanto a la noción de lesa humanidad, sostuvo que “uno podría pensar que esa figura jurídica no existe en el derecho francés. Pero sí existe, desde 1945, por el Tratado de Londres, firmado por los vencedores de la Segunda Guerra Mundial, para juzgar a los responsables de los crímenes Nazi”.

Sin embargo, “en el 92 la justicia francesa la justicia francesa va a retroceder y considerar que el crimen de lesa humanidad se puede aplicar solo si la persona actuó por el gobierno nazi o fascista italiano. Eso es un retroceso fundamental, porque esa noción se ve reducida exclusivamente a la época de la Segunda Guerra Mundial”, detalló.

Para la abogada, el no haber podido usar la figura de crimen de lesa humanidad genera una situación “totalmente aberrante a nivel ético”. “Es evidente que no se puede limitar un crimen, que es el crimen supremo, cuando la dictadura chilena, argentina, y muchas otras, corresponden a la definición de lesa humanidad. No es una sucesión de crímenes. Es un plan sistemático de eliminación por razones políticas. Al no poder usar esa figura se pierde la posibilidad de calificar de manera exacta lo que fueron esas dictaduras del cono sur”, sostuvo.

Para la representante de familiares de ejecutados políticos en Chile ante la Corte Penal de París, los días de audiencia fueron “excepcionales” para las familias de las víctimas, pues “lo importante era el reconocimiento del recorrido de su pariente. También porque la justicia indicaba responsables. Si bien las familias sabían que sería muy difícil para nosotros traerlos, era un paso muy importante que una justicia se pronuncie y condene contra responsables chilenos”.  

UNA INSTANCIA DE APRENDIZAJE PARA LOS ESTUDIANTES

En la oportunidad, el director de la Escuela de Derecho, Manuel Núñez, valoró la oportunidad de contar con la visita de Sophie  Thonon-Wesfreid, pues “tiene una larga experiencia en la representación de familias de víctimas de la dictadura chilena y argentina”.

Asimismo, destacó que “se tuvo la posibilidad de analizar todos los ribetes jurídicos de lo que había sido la práctica francesa juzgando crímenes cometidos en el extranjero contra ciudadanos franceses, experiencia que pudimos contrastar con lo sucedido en Chile justamente después de la detención de Pinochet en Londres con los juicios que terminaron no en condenas en contra de su persona, pero sí de colaboradores y agentes del Estado que participaron en crímenes de lesa humanidad”.

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Por Nicolás Jara Méndez

Dirección General de Vinculación con el Medio