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Francisca Rencoret, ex representante estudiantil CAHVDA: "Fue muy grato descubrir que todas las personas que componemos la Comisión trabajamos con el mismo objetivo"

22.07.2022

A partir de las inquietudes que manifestaron las estudiantes durante el  ‘mayo feminista’ que marcó el 2018, la Pontificia Universidad Católica de Valparaíso se abocó a la tarea de crear un reglamento para sancionar la violencia, el acoso y el hostigamiento en el contexto universitario.

Este arduo trabajo que involucró a representantes del estudiantado, funcionarios y académicos, derivó en la creación de la Comisión CAHVDA, un órgano triestamental pionero entre las universidades chilenas.

Francisca Rencoret fue la segunda representante de su estamento en participar de esta instancia y, a meses de su salida, conversamos con ella para conocer un poco más sobre su experiencia.

¿Cómo llegaste a la Comisión?

Yo estuve desde el CEGESEX (Coordinadora de Género y Sexualidades PUCV) en 2016, antes de la creación de la Comisión, trabajando como activista para la creación del protocolo. Este proceso fue un sueño hecho realidad, porque después de años de paralización se materializó en un instrumento todo lo que luchamos.

También estuve muy cerca cuando fue electa la primera representante, Carolina Herrera, que era mi amiga y compañera de CEGESEX. Vi de cerca su proceso, el estrés y todo lo que conlleva. Cuando Carolina me comentó que se le estaba agotando su tiempo ahí y que era necesario hacer el llamado correspondiente, participé. Pasó más o menos lo que está pasando ahora, que una piensa que será una vacante muy solicitada y luego resulta que no hay tantas personas dispuestas a sacrificar su tiempo por esta labor.

Al final yo fui aprobada por el CGE y quedé en el cargo. Estuve casi dos años.

Me imagino que tu visión del órgano ha ido cambiando desde que comenzaste, viendo la evolución de su funcionamiento ¿cómo llegaste y qué te llevas ahora que dejas la Comisión?

Mi visión respecto a la Comisión y las personas que la componen cambió totalmente. Como estudiante estaba acostumbrada a que todo lo que quisiéramos conseguir de la universidad se lograba peleando contra la marea en un ambiente hostil y esta experiencia resultó ser todo lo contrario.

Fue muy grato encontrarme con esta realidad, darme cuenta que en verdad todas las personas que componemos la Comisión trabajamos con el mismo objetivo y queremos lo mismo. Cada uno desde sus disciplinas, opiniones y experiencias, pero todos tenemos el mismo fin.

Por la sensibilidad de los casos todo el proceso es confidencial y finalmente igual se hace en un espacio cerrado, entonces la gente no puede ver cómo es la dinámica. Si hay algo que me gustaría que sepan es que incluso en los casos que podrían ser considerados sencillos -porque ninguno lo es- se dedica todo el tiempo de la sesión si es necesario hasta que estamos todos de acuerdo.

Eso trae consigo cierto agote porque igual son varias horas discutiendo sobre un mismo tema, pero también te brinda la satisfacción de estar haciendo lo mejor posible. Quizá para los ojos externos no se ve de la misma forma, porque podrían no estar de acuerdo con la decisión, pero se llega a la mejor resolución posible en razón del  reglamento e incluso las normativas nacionales e internacionales. 

Muchas veces los fiscales te entregan informes muy extensos que hay que leer en detalle para luego discutir cada punto. Es un pega súper ardua que se hace de forma voluntaria y eso le entrega más valor porque todos los que están ahí lo hacen con el objetivo de favorecer un mejor ambiente universitario y trabajar para eliminar las violencias. Obviamente eso es algo que no solo es responsabilidad  de la universidad, porque hay factores estructurales que se tienen que cambiar, pero de todas formas es un espacio importante.

Como mencionas, es difícil transmitir a la comunidad la labor de la comisión porque es imperante mantener la confidencialidad ¿has pensado en qué harías mejorar la difusión?

En su momento hicimos varias actividades para difundir lo que hace la Comisión, pero es necesario replicarlo en todas las escuelas y cursos. Hay estudiantes que entran a la universidad y ni siquiera saben que contamos con un protocolo o no están informados sobre su contenido o los pasos a seguir en caso de hacer una denuncia. 

Aunque puedes descargar el reglamento desde la página, no es algo fácil de entender, pero puede ser sencillo si te lo explican con un lenguaje más familiar. Eso es lo que intentaba hacer desde mi labor.

También esta instancia para hablar de la experiencia como comisionada es buena porque se pueden visibilizar cosas que la gente no sabe, como por ejemplo que los informes de los fiscales son archivos de 300 páginas... eso conlleva una investigación. Las personas que denuncian rellenan un formulario muy breve, pero los fiscales investigan en profundidad el tema, toman declaraciones a ambas partes y sus testigos y cruzan los argumentos, entonces es muy extenso. En ese sentido, también lo es la discusión que se da después. 

Por ejemplo, cuando lees te pueden llamar la atención ciertos detalles o puedes detectar que falta algo y que es necesario solicitar nuevas diligencias. Es decir, a pesar de lo exhaustiva  que es la investigación, se podría determinar que las evidencias no son suficientes para tomar una decisión final. 

Hablar de esto puede ayudar a transparentar la labor. No es para dejarnos como héroes o heroínas, solo es para que se comprenda mejor, porque en la actualidad es muy fácil caer en las exigencias, olvidando que quienes componen la Comisión son personas que también tienen otras ocupaciones y entregan tiempo de su vida para mejorar un espacio que es para todos y todas. 

Finalmente, ¿qué les dirías a los estudiantes que lean la entrevista? ¿los invitarías a involucrarse?

Es importante estar informado. Creo que es lo primero que necesitamos para ejercer nuestros derechos: saber a quién podemos acudir o cómo funcionan estas instancias. Los invito a informarse sobre el quehacer de la Comisión y que si hay algo que no les guste se involucren para cambiarlo. 

Este es el único espacio triestamental de la universidad donde el estudiante puede participar semana a semana con voz y voto . No es un espacio jerárquico. Es más, es la única instancia horizontal en que los estudiantes participan como un igual . Es un acto de consecuencia participar. Por la memoria y por los movimientos sociales, no nos podemos permitir dejar esto vacío. 

Además algo que me gustaría destacar es que quienes participan como representantes de los y las estudiantes no necesitan militar en un partido político. Es decir, pueden ser completamente independientes.

Esto le abre la posibilidad a las personas que a veces no se involucran con la política universitaria por diferentes razones. La idea es que cualquier persona del estamento estudiantil que tenga interés en el tema, haya participado en otras instancias sobre género o le interese aprender al respecto postule, porque ahí está el foco.

Hasta el 24 de agosto estará abierta la postulación de la Federación de Estudiantes para ser parte de la Comisión CAHVDA. Si tienes interés en participar, debes adjuntar una carta de presentación al correo presidencia.fepucv@gmail.com

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