Ir a pucv.cl

Rectores de Red G9 participan en seminario sobre el futuro de las universidades

El encuentro, al que asistió el presidente de Red G9, el rector de la PUCV Claudio Elórtegui, fue organizado por la Comisión de Educación del Senado y en él expusieron los rectores de la Pontifica Universidad Católica de Chile, Ignacio Sánchez, y de la Universidad Austral de Chile, Óscar Galindo.

06.05.2016

Con una invitación a mirar el mundo y la globalización, y a aprender de la experiencia de las mejores universidades, el senador Ignacio Walker dio la bienvenida al “Seminario: El futuro de nuestras universidades”, organizado por la Comisión de Educación del Senado y que se desarrolló en la sede del Congreso en Santiago.

En el encuentro participaron los rectores de la Red de Universidades Públicas no Estatales − G9, quienes entregaron su visión sobre temas tan relevantes para la educación superior del país, como son el aseguramiento de la calidad y el fortalecimiento de las instituciones, su gobierno, regulación y colaboración interinstitucional, los cuales son abordados por el proyecto de reforma a la educación superior y que, según ha anunciado el Gobierno, será ingresado al Parlamento antes del 21 de mayo.

En su calidad de presidente de Red G9, asistió el rector de la Pontificia Universidad Católica de Valparaíso, Claudio Elórtegui, y como panelistas los rectores de la Pontifica Universidad Católica de Chile, Ignacio Sánchez, y de la Universidad Austral de Chile, Óscar Galindo.

PRINCIPIOS ORIENTADORES DE LA REFORMA

Al iniciar su exposición en el primer panel, dedicado al fortalecimiento de las instituciones y en que participaron también los rectores Ennio Vivaldi y Carlos Peña, el rector Ignacio Sánchez destacó algunos principios orientadores de la reforma, como son el proceso de trasformación personal que experimentan los estudiantes durante su paso por la universidad, los criterios de calidad que debe cumplir el sistema de educación superior y la valorización de lo público, que supera con creces a lo estatal. En este sentido, señaló que hay muchas instituciones, que sin ser del Estado, desde hace más de cien años están comprometidas con lo público, con sus comunidades y con el país. “Un Estado inclusivo tiene que entender que cada una de las instituciones que están en nuestro país tiene características, miradas y aportes que son complementarios y diversos, y que la pluralidad del sistema se manifiesta cuando se potencia cada uno de estos proyectos, siendo el rol del Estado apoyarlos”, explicó.

También se refirió al trabajo que desarrollan las instituciones para generar, en un marco de calidad, un mayor acceso, apoyo e inclusión de sus estudiantes. Sobre esta materia comentó que existen distintas iniciativas en Red G9, como el PACE, Talento Inclusión y otras, que buscan incorporar estudiantes de todas las procedencias educacionales y socioeconómicas.

La articulación del sistema de educación fue otro de los principios que destacó, donde la integración de la educación escolar, secundaria y terciaria es fundamental. Asimismo, enfatizó el respaldo que merece la educación técnico-profesional, que tradicionalmente ha sido postergada y que hoy es mayoritaria en el país: “En ella hay un porcentaje muy significativo de alumnos vulnerables, que con su formación pueden aportar a su desarrollo personal, de su núcleo familiar, y al crecimiento global de nuestra nación”.

El desarrollo de las universidades regionales es otro de los elementos que realzó el rector Sánchez. “Tanto las universidades regionales, que son del Estado como las que no lo son, y que son de función pública, requieren de un apoyo prioritario y tienen que estar en el corazón de esta reforma. Ocho de las universidades del G9 son de regiones”, comentó.

En la segunda parte de su presentación se centró en las nuevas instituciones y regulaciones, como es la Subsecretaria, Superintendencia, Agencia de Calidad y las modificaciones que se proponen al Consejo de Rectores. “Si bien hay una desregulación del sistema, hay que tener cuidado con una sobrerreacción que lo asfixie o limite en su crecimiento”, enfatizó Sánchez, y agregó que es importante equilibrar la necesaria regulación con la autonomía universitaria.

Según explicó, los principales cambios que el Sistema de Educación Superior requiere son, en primer lugar, valorar la diversidad y complejidad que tiene −con instituciones estatales, no estatales de función pública y privadas−, fortalecer la educación pública, poner foco en la calidad, articular el sistema y la fiscalización de los recursos públicos.

UNA MIRADA REGIONAL A LA CALIDAD

Del segundo panel formaron parte los rectores Antonio Guzmán, Álvaro Rojas y Óscar Galindo, este último de la UACh, quien se enfocó en la calidad desde una perspectiva regional y coincidió con el rector Sánchez en la defensa de un sistema de educación público, integrado por universidades estatales y no estales, que debe caracterizarse por su compromiso y función social. Asimismo, destacó que en regiones, y especialmente el sur del país, el sistema universitario se construyó gracias al esfuerzo de las comunidades locales, como en los casos de Concepción y Valdivia. “Las universidades que deben ser acogidas por las políticas públicas tienen que tener un compromiso evidente y probado con el bienestar y desarrollo territorial”, enfatizó.

Por otra parte, señaló que un eje de la discusión debe estar asociado a la relación entre calidad y financiamiento: “Es urgente una nueva estructura de financiamiento, considerando la experiencia de los últimos años, que resguarde la función social de las instituciones, valore la educación pública y dé respuesta a las inequidades territoriales”.

También se refirió a la desigual distribución del financiamiento para investigación, asegurado que ello también tiene consecuencias para la calidad. Explicó que esta situación da cuenta de que los instrumentos existentes profundizan las inequidades en el sistema y que ello contribuye a su baja calidad en general. “Las universidades regionales reciben el 37% de los recursos y generan el 44% de las publicaciones indexadas. Los académicos de las universidades de regiones producen tanto o más que los de las universidades metropolitanas, en consecuencia es una buena idea invertir en regiones”, ejemplificó.

En este contexto, afirmó que la reforma no puede perder la oportunidad de corregir estas inequidades: “Necesitamos de una nueva institucionalidad científica, mayores niveles de descentralización, y políticas efectivas de atracción, inserción y retención de talento en regiones”.

Comentó que en las minutas que ha dado a conocer el MINEDUC, no hay claridad respecto de los principios u orientaciones que aseguren un sistema de educación superior de calidad: “Éste debe ser uno de los primeros temas en discusión. Hay que definir los instrumentos y mecanismos relativos a la fiscalización y aseguramiento de la calidad, a través de políticas articuladas con los otros organismos del sistema”. Y destacó la autonomía que debe tener la Agencia de Acreditación, además de contar con instancias de apelación, de acreditación de carreras, acreditación integral en todas las áreas, incentivar la acreditación de los magíster, y que las agencias de acreditación funcionen como organizaciones sin fines de lucro.

Pablo Baratta

Comunicaciones Red G9