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CEA presentó documental de Luis Ospina “Todo comenzó por el fin” el relato de un sobreviviente

La actividad fue organizada por la Cineteca de Valparaíso y el Instituto de Arte PUCV en el marco del ciclo “Encuentro con Luis Ospina”. El documental proyectado es el autorretrato de un grupo de cinéfilos que lograron producir en conjunto, grandes obras cinematográficas, pero también es el relato de Ospina en su lucha por sobrevivir a su enfermedad.

El Centro de Estudios Avanzados y Extensión (CEA) de la Pontificia Universidad Católica de Valparaíso en Santiago, proyectó el destacado documental del director colombiano Luis Ospina, quien conversó con los historiadores y críticos de cine, Ivan Pinto y Olivier Hadouchi, además de Marc Berdet, del Instituto de Arte PUCV, en el marco del ciclo “Encuentro con Luis Ospina”, organizado por el Instituto de Arte y la Cineteca de la Universidad.

Luis Ospina es un destacado director, montajista, guionista y productor de cine colombiano. Ha dirigido 2 largometrajes de ficción, 'Pura sangre' (1982) y 'Soplo de vida' (1999), y realizó 9 largometrajes documentales, así como una veintena de cortometrajes documentales y argumentales, entre los cuales podemos destacar: 'Agarrando pueblo' (1977), 'Andrés Caicedo: unos pocos buenos amigos' (1986), 'Ojo y vista: peligra la vida del artista' (1988) y 'Un tigre de papel' (2007).

Su trabajo ha sido premiado en los festivales internacionales de Oberhausen, Biarritz, La Habana, Sitges, Bilbao, Lille, Miami, Lima y Toulouse. Actualmente dirige el Festival Internacional de Cine de Cali – FICCALI.

“Todo comenzó por el fin” (2015) corresponde a la última creación de Ospina y es el fiel autorretrato del Grupo de Cali, también conocido como “Caliwood”, un grupo de cinéfilos, que en medio de la rumba desenfrenada y del caos histórico de los años 70s y 80s, lograron producir un conjunto de obras cinematográficas que ya son parte fundamental de la historia del cine colombiano. A su vez, es la historia clínica del propio realizador, quien se enfermó gravemente durante la producción del filme.

Ospina comentó que apenas había comenzado el rodaje, le fue diagnosticado un cáncer que lo condujo casi a la muerte, por lo que el tema de la mortalidad y el deterioro adquirieron gran importancia en su relato. “Saqué fuerzas de donde no tenía y seguí filmando. Gracias al cine, con su aparente inmortalidad (…) el filme se convirtió en el relato de un sobreviviente", señaló.

Para la proyección audiovisual, Ospina  se basó en la recopilación de material de archivo por lo que existen muy pocas escenas filmadas en el presente. “Aunque estén fijadas en un momento, ese material en otro contexto puede tener otro significado para hablar del ahora”.

La recolección de archivos del cineasta significó "guardar de todo, pensando en que algún día lo podría necesitar", aclaró. Y así fue: llegado el momento de filmar entendió la importancia de todo ese material. Al respecto concluyó que “un director siempre está haciendo la misma película y cada vez se aproxima de diferente forma”.