Este sábado 25 de marzo, la Pontificia Universidad Católica de Valparaíso cumple 95 años desde aquel día en que abrió sus puertas por primera vez, siendo la primera casa de estudios superiores de la región de Valparaíso y la cuarta en el país.
Como una forma de conmemorar este aniversario, el rector Nelson Vásquez Lara saludó a todos quienes conforman la comunidad universitaria y que han contribuido al crecimiento de nuestra Casa de Estudios.
“Nuestra Universidad camina rápidamente hacia el Centenario, fecha emblemática que nos lleva a pensar en los grandes temas de la región y del país. Recordamos a las múltiples generaciones de profesores, estudiantes y funcionarios que han contribuido a nuestra Institución a lo que es hoy, reconocida con siete años de acreditación. Agradecemos a la Santa Sede y a la Iglesia Católica que hace 20 años nos distinguió como Pontificia”, expresó.
El nacimiento de la PUCV fue fruto del esfuerzo de muchas personas, en especial del Presbítero Rubén Castro, su primer rector, y del empresario Rafael Ariztía, quienes pudieron concretar los anhelos de la familia Brown Caces para que el principal puerto del país contara con su primera universidad, una institución con una marcada vocación industrial y comercial bajo el alero de la Iglesia Católica.
Desde sus orígenes, la Católica de Valparaíso siempre ha destacado por su carácter innovador y su estrecha vinculación con los requerimientos del país. Prueba de ello es que recibió a sus primeros estudiantes extranjeros a fines de la década del 40 y fue pionera en la transmisión televisiva sin cables a fines de los años 50. En la década de los 60, tuvo a su primer rector laico Arturo Zavala y vivió la Reforma Universitaria, antecediendo a lo ocurrido en otras instituciones del país y al movimiento ocurrido en Francia.
Su contribución a la excelencia se ha plasmado hoy en un nuevo Modelo Educativo, basado en la formación integral, de excelencia, a lo largo de la vida y que aspira a lograr una vinculación permanente con el medio. Recientemente, se ha modificado la visión de la Universidad y se encuentra en proceso la elaboración de un nuevo Plan de Desarrollo Estratégico donde participa toda la comunidad universitaria para el periodo 2023-2029.
20 AÑOS DESDE QUE ES PONTIFICIA
El 25 de marzo de 2003, la Santa Sede otorgó la distinción de “Pontificia” a nuestra Universidad, teniendo en cuenta su contribución a la enseñanza de los valores que promueve la Iglesia Católica, lo que fue anunciado en el Salón de Honor por el Cardenal Prefecto de la Congregación para la Educación Católica, Zenón Grocholewski.
La categoría es otorgada por el Vaticano a un grupo selecto de universidades que son un referente no sólo por su quehacer en la tradición católica, sino que también por su destacada labor académica. Si bien en el mundo hay más de mil universidades católicas, alrededor de 20 son “Pontificias” y con una gran presencia en América Latina. Es una tremenda responsabilidad, pues significa que la Iglesia confía en nuestra Institución.
El ex rector Alfonso Muga fue protagonista de este momento hace dos décadas y recuerda que en el proceso fue central la participación de Monseñor Giuseppe Pittau, secretario de la Congregación para la Educación Católica, con quien se reunieron en Roma en 1999 y al año siguiente inauguró el Año Académico de nuestra Universidad. En el proceso, también fue vital el aporte del Nuncio Apostólico de la época, Luigi Ventura y del propio cardenal Grocholewski.
“El carácter de Pontificia compromete públicamente a la Santa Sede con la Universidad. Es una distinción que eleva la categoría de la PUCV por sobre otras instituciones católicas y también dentro de Chile, América Latina y Europa. Implica renovar el vínculo con el Vaticano para testimoniar en sus hechos y en la realidad esta condición. Fue un reconocimiento profundo también al quehacer de la Universidad”, recordó el profesor Muga.
La universidad marcadamente técnica de principios del siglo XX, ha dado paso así a una institución dinámica, capaz de responder armoniosamente a los desafíos del siglo XXI y ha logrado posicionarse en los más diversos saberes y competencias, en la formación de pre y de postgrado; el cultivo del conocimiento, la investigación, innovación y la creación artística.
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