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PUCV confiere el grado de Profesor Emérito al Premio Nacional de Historia Eduardo Cavieres

En la ocasión, indicó que “cuando miro hacia atrás, encuentro que ha existido una línea integradora de cada una de mis experiencias historiográficas. No es una sumatoria o pasar de unos proyectos a otros, es siempre hacer síntesis del pasado”.

Miercoles 23 de noviembre de 2016

PUCV confiere el grado de Profesor Emérito al Premio Nacional de Historia Eduardo Cavieres - Foto 1
PUCV confiere el grado de Profesor Emérito al Premio Nacional de Historia Eduardo Cavieres - Foto 2

23.11.2016

En virtud a su trayectoria académica y a su importante contribución a la docencia de pre y postgrado, a sus eminentes cualidades personales, a su vocación de servicio universitario, a su calidad humana y a su impronta de maestro formador de numerosas generaciones, entre otras razones, la Pontificia Universidad Católica de Valparaíso le confirió el grado de Profesor Emérito al académico del Instituto de Historia, Eduardo Cavieres.

La distinción le fue otorgada en una ceremonia que tuvo lugar en el Salón de Honor y que contó con la presencia de la más altas autoridades de la Universidad, encabezadas por el Obispo de Valparaíso y Gran Canciller PUCV, Monseñor Gonzalo Duarte; del Vice Gran Canciller, pbro. Dietrich Lorenz; y del rector Claudio Elórtegui, así como también de familiares, profesores y alumnos.

El profesor Jaime Vito, quien ha compartido con el también Premio Nacional de Historia en 2008 durante tres décadas de vida universitaria en una relación de discípulo y maestro, fue el encargado de leer a los asistentes su semblanza.

En la oportunidad, indicó que la juventud y los estudiantes le preocupan, pero al mismo tiempo le dan una luz de esperanza. “En los últimos años le ha inquietado activamente la inercia cultural que como sociedad tenemos y que permea el modo de vida, especialmente de los jóvenes. Le preocupa sobre todo la cuestión pendiente de hacerse cargo de la propia historia y de la propia vida, de la falta de equilibrio que se requiere, que es necesario que exista y que dificultosamente se da entre la madurez intelectual y la madurez emocional, cuestión que es responsabilidad de toda la sociedad y no solo de la universidad”, comentó.

Respecto al rol del profesor universitario, Cavieres sostiene que éste también deber ser “un intelectual que debe aportar al debate de ideas, no limitado solo a una sala de clases y a la institución en la que se desempeña, sino que con incidencia en el medio social. En su carrera académica, nuestro intelectual es reconocido en las redes historiográficas, no solo chilenas sino también latinoamericanas, en las europeas y norteamericanas que se dedican al cultivo de la historia de América Latina”, señaló Vito.

“SOMOS PARTE DE LA HISTORIA Y ELLA NO NOS ES AJENA”

Durante su intervención, Eduardo Cavieres reconoció que la Pontificia Universidad Católica de Valparaíso ha sido parte de su vida y que de ella recibió una muy buena formación, “tan buena que no tuve dificultades al proseguir estudios superiores en la Universidad de Madison-Wisconsin y en la Universidad de Essex, Inglaterra. Tampoco para ser profesor de cursos regulares en la Universidad de Paris III, La Sorbonne, ser investigador en la Universidad de Bologna, en la Universidad de Sevilla, en Guadalajara y en tantas otras universidades europeas y americanas”.

Recordó que parte importante de su vida como docente fue conocido como profesor de Teoría de la Historia, lo que le otorgó un sello distintivo. “Para mí la historia es pensar, es encontrar el problema e insertarlo en sus contextos mayores. Pero todo parte desde la propia experiencia personal, somos parte de la historia y ella no nos es ajena”, manifestó.

Junto con agradecer a la Universidad por haberle permitido desarrollar una carrera académica sin trabas, límites ni condiciones, tanto en el ámbito nacional como internacional, confesó que “cuando miro hacia atrás, encuentro que ha existido una línea integradora de cada una de mis experiencias historiográficas. No es una sumatoria o pasar de unos proyectos a otros, es siempre hacer síntesis del pasado, síntesis enriquecedora que siempre me ha permitido mantener mis entusiasmos, mi dedicación, mis convicciones, mis solidaridades con mis estudiantes”.

Por Juan Pablo Guerra

Dirección General de Vinculación con el Medio

Fotografías: Ángela Tobón

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