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Experto de la Agencia Meteorológica del Japón efectuó conferencia en la PUCV

Tomoaki Ozaki tuvo la compleja misión de dar la alerta de tsunami cuando ocurrió el gran terremoto de Japón en 2011. Su visita se enmarca dentro de la organización del Diplomado en Tsunamis organizado por la PUCV donde participan profesionales de Colombia, Ecuador, Perú y Chile.

Viernes 7 de agosto de 2015

Experto de la Agencia Meteorológica del Japón efectuó conferencia en la PUCV - Foto 1
Experto de la Agencia Meteorológica del Japón efectuó conferencia en la PUCV - Foto 2

06.08.2015

El coordinador internacional del área terremotos y tsunamis de la Agencia Meteorológica de Japón, Tomoaki Ozaki, efectuó la conferencia “Cómo el sistema de alerta japonés enfrentó el tsunami de 2011” en el marco del Diplomado “Tsunamis en la Costa de América Latina y el Caribe: Bases Científicas, Amenazas y Vulnerabilidad”, organizado por la Escuela de Ciencias del Mar.

Su venida es posible gracias al apoyo ofrecido por la Agencia de Cooperación de Japón (JICA), la Agencia Chilena de Cooperación Internacional para el Desarrollo (AGCID) y el Servicio Hidrográfico y Oceanográfico de la Armada de Chile (SHOA).

Ozaki recordó vivencias del terremoto y posterior tsunami que se vivió en Japón en marzo de 2011, que tuvo una magnitud 9 y una duración aproximada de tres minutos. En la ocasión, el japonés estuvo a cargo de dar la alerta de tsunami y evacuar rápidamente a las personas que habitaban los sectores costeros.

“En general, las alertas para tsunamis no son perfectas. En Japón contamos con tecnología avanzada, pero no son perfectas. Durante 2010, detectamos alrededor de 128.000 sismos en el área de análisis de la Agencia Meteorológica de Japón. Vivimos en un área particularmente activa”, recordó.

 El experto se refirió al terremoto de 1960 de Chile, el que provocó un tsunami en Japón y fue el inicio de la relación de cooperación científica en esta materia entre ambos países.

En la actualidad, se está trabajando para mejorar el sistema de alerta en Japón para enviar la alerta antes de los tres minutos de ocurrido el sismo. “Luego de sucedido el movimiento, analizamos los datos y determinamos el epicentro y la magnitud del evento, pero no se puede enviar la misma alerta a toda la costa japonesa”, indicó.

En Japón, se percibieron olas de entre 10 y 15 metros de altura. El impacto del terremoto abarcó un área de más de 500 kilómetros. “El poder de la naturaleza siempre supera la imaginación del ser humano (…) Reconocimos la falla ocurrida porque no se entregó apropiadamente la altura que tuvieron las olas y no se pudo determinar la magnitud en el tiempo estimado. Como recomendación se sugiere difundir la primera alerta lo antes posible, pues es la más importante”, agregó.

Finalmente, el experto fue enfático en destacar la importancia que tiene la autoprotección, ir a lugares en altura independiente de lo que indiquen las alertas oficiales. “Los organismos gubernamentales no deben dar las alturas aproximadas de las olas en un comienzo, pues en ocasiones las personas se confían y no dejan sus lugares, lo que aumenta el riesgo”, concluyó.

Por Juan Paulo Roldán

Dirección General de Vinculación con el Medio